Es una pena que películas que no alcanzan la fama pasen desapercibidas para el público y la única manera de darse un poco a conocer es ser premiada con algún Oscar.
En esta ocasión la película de Moore que estuvo nominada al Oscar en la edición 2009 como mejor película de animación se cruzó con la estupenda “Up” que al final fue la que se llevó la estatuilla.
La película nos sitúa en la Edad Medía concretamente en la abadía irlandesa de Kells, que se halla fortificada para defenderse de las hordas vikingas. En ella vive Brendan un monje con grandes dotes artísticas instruido por un viejo maestro. Ambos asumirán la tarea de cuidar del manuscrito inacabado de Kells.
Tomm Moore ya maravilló con su película “La Canción del mar” con la que nos daba a conocer una leyenda mitológica sobre unas criaturas llamadas selkies.
En esta nueva entrega vuelve a dejarnos con la boca abierta donde demuestra el dominio que tiene en el diseño artístico con un trabajo lleno de líneas y curvas que derivan en complejos dibujos pero de una gran belleza estética.
Hasta en los momentos más duros como ocurre con la invasión vikinga la historia es una verdadera delicia.
Cuando Brendan se ve forzado a abandonar la villa fortificada y se adentra en el peligroso bosque lleno de monstruos, deidades y otros seres llega a encontrarse con un Aisling (espíritu del bosque) con el que entablará amistad para enfrentarse al poderoso dios Cromm Cruach.
Para redondear esta gran obra tiene el apoyo de la banda sonora compuesta por música celta como homenaje a la cultura irlandesa.
En definitiva una obra que debería ser una pieza de museo y que ayuda a hacernos soñar despiertos. Una verdadera joyita.