Vivimos en un mundo tristemente llenos de racismo y multitud de clases de discriminación. Posiblemente hayamos visto muchas películas de esos temas y ya parezca poco novedoso y no lo voy a discutir, pero mientras siga predominando el racismo se deben seguir haciendo películas así ya que el cine muchas veces vale más allá del entretenimiento y te hace reflexionar y más aún si la industria del cine tiene fuerza a nivel popular y más aún Netflix. Dee Rees, directora que desconocía logra una cinta rompedora y conmovedora, con un corte clásico, una puesta en escena envolvente y una historia francamente interesante. Mucho se ha hablado de Get Out como la cinta de racismo predominante del año pero más allá de ciertos matices de originalidad y contemporaneidad de ella, esta cinta me parece sublime en todo incluyendo el reparto, fotografía y guión. Una historia cocida a fuego lento en 130 minutos que desarrolla muy bien a todos los personajes focalizando el interés según pasan los minutos en un romance, en una relación paternofilial y de amistad. La película rompe con muchos estereotipos vistos en el género sorprendiendo en la mayoría de los casos gracias a la variedad de personalidades que abundan en la cinta pese a que a veces el guión se convenga hacer desaparecer a ciertos personajes cuando la trama lo requiere. Pese a ciertos y pequeños detalles ínfimos negativos, Mudbound logra embarrarnos de racismo y hacernos sufrir, no al extremo de 12 años de esclavitud pero haciendo reflexionar como seres humanos y algunos como bestias. A destacar todo el reparto pero esta vez creo que Mulligan y J.Blige como elenco femenino se llevan la palma. Espero que tenga los reconocimientos que no tuvo Beasts of No Nation hace dos años, Netflix puede lograrlo este año.