Richard Linklater pasa del atrevimiento al seguimiento en esta secuela de Antes del amanecer nueve años después de aquél encuentro inesperado y amoroso que con su sencillez y realismo captó la atención de mucha gente que ahora estará disfrutando del reciente cierre (o no) de la saga de Linklater. Hawke y Delpy se vuelven a ver mucho tiempo después, hay tensión en sus primeros minutos pues tratan de explicar el acuerdo que tenían al finalizar la primera película y la verdad es que siguiendo la misma estela de la primera pero en otro escenario y con menos minutos logramos ver una secuela a la altura de la original, esta vez más centrada en la música y literatura sobretodo en el acto final pero con centenas de diálogos que sacar como buena conclusión de un relato fascinante y realista.
Sigue sin maravillarme como al resto del público pero me sigue enganchando la química entre ambos actores que su presencia en pantalla y la manera en que está narrada su relación sigue manteniendo en pie una saga que podrían haber tirado por lo fácil en una sola película pero con profundidad logramos ver sus sentimientos. Linklater lo ha vuelto a hacer, ha seguido a esta pareja y no solo la ha seguido sino que nos ha cautivado con ese final que sin spoilear tengo que decir que dejaría muchas bocas abiertas antes de saber que en 2013 saldría una tercera entrega. Buena.