Cuando Henry Ford inventó la cadena de montaje para sus automóviles, dijo que él en realidad no había inventado nada, simplemente había cogido cosas que ya existían y las había combinado creando algo nuevo.

No se puede decir que “Wonder” sea algo nuevo, tenemos dos conocidos referentes en la historia de “persona con el rostro deformado que sufre adversidades en la vida” como son “El Hombre Elefante” de David Lynch y “Máscara” de Peter Bogdanovich, ambas basadas en historias reales. Esta no, esta es ficción, pero se acerca bastante a “Máscara” por su protagonista, un joven más pequeño que Rocky Dennis (el personaje en que se inspiró “Máscara”) que también va al colegio y como es obvio, su rostro deformado provoca las burlas del inevitable chulito de la clase, un niño prepotente y gilipollas del que se descubre, como también es obvio, que sus padres son más prepotentes y gilipollas que él.

Dejando aparte a los prepotentes y gilipollas, la película es diferente porque no va solo sobre ese niño, sino también sobre su hermana, y sobre sus padres, y sobre su amigo del cole, y sobre la examiga de su hermana, y todos son protagonistas en algún momento de la película. Nos cuentan sus historias como si fuesen episodios, con títulos incluidos, que tampoco es algo nuevo, pero si combinamos las dos cosas (la historia del niño y las historias de cada personaje presentadas de forma independiente, llegamos a algo relativamente nuevo.

No es un peliculón, de hecho, el transcurso de la historia es bastante normal, pero tiene algo indefinido que te empuja a seguir viéndola hasta el final, y no faltan las lagrimitas. Lo que pasa es que yo soy muy sensible y lloro por cualquier cosa. Con deciros que lloré en la última versión de “King Kong”, cuando se cae del Empire State, ya os digo bastante.

Así que “Wonder” es una bonita historia donde aprendes (o reaprendes) que no podemos cambiar el aspecto de los demás, pero sí podemos cambiar nuestra forma de verlos. Y yo soy el primero que debe reaprenderlo y tenerlo en cuenta.

LO MEJOR: Se deja ver y disfrutas con una familia que, a pesar de las dificultades, trata de ser lo más happy posible.

LO PEOR: Que ya te esperas la mayoría de las cosas que pasan, y los males son menores cuando te enfocan a un final que sabes que será feliz, cuando en la realidad suele pasar todo lo contrario.