Con esas 3 cosas se resume todo lo que se puede encontrar en esta película, lo cual no tendría por qué estar mal si hubieran mezclado los ingredientes de otra manera, pero es que esta vez parece que el cocinero estaba de vacaciones y tuvieron que usar un robot de esos del teletienda que te hacen un potaje en 30 minutos mientras estás fuera de casa y cuando llegas te lo encuentras listo para comer. Y se ve que además en este caso el robot de cocina venía sin instrucciones y así salió la cosa.

No tengo gafas de pasta, de hecho me resisto a usar gafas aun siendo algo miope, y quizás por eso no veo el motivo por el cual darle ni siquiera un 2 a esta basura integral.

Entiendo perfectamente que se pueda disfrutar con esta bazofia, yo de hecho disfruto con muchas otras bazofias, pero el tipo de "humor" de esta me es muy ajeno. Nunca me ha gustado la lucha libre falsa que echan por la tele a las 4 de la mañana, esa que salen viejos inflados y con el pelo teñido haciendo llaves de mentira mientras los comentaristas cuentan chistes aún más viejos que los que combaten en el ring.

La edad, como todo, es un arma de doble filo y depende de como la uses. En este caso concreto, ni todo el maquillaje del mundo puede esconder que estos señores mayores en realidad se sienten muy ancianos, y por mucho que nos quieran hacer creer que se divierten disfrazándose con el uniforme de cuando hicieron la mili hace 40 años, yo no me lo creo.
Lo que sí me creo es que quieren asegurar su jubilación añadiendo un par de mansiones más a su lista de propiedades y que sin duda lo conseguirán. Olé por ellos pues, pero eso es otra cosa.