Sinceramente, malísima. Versión altomedieval de "Salvar al Soldado Ryan": una serie de soldados tienen que sacrificarse para salvar a un muchacho; el enemigo es terrible (no sé por qué los nazis dan más miedo que esta banda destartalada de jutos y sajones); Ginebra, para escribir un libro titulado "Ed Wood no era tan malo", porque me asalta una duda: ¿si la intención del director es contar la "verdadera" historia de Arturo (es decir, el soldado romano que custodiaba las murallas de Britania) y no la leyenda, por qué mete en el papel de Ginebra a una modelo de pasarela semi anoréxica con un tic horrible en su nariz incapaz de lanzar una flecha a más de cinco metros?Es inverosímil. Como en el caso de "Master and Commander", insisto en que este tipo de films realizados por publicistas son para espectadores que desean satisfacer su hipotálamo no la parte consciente de su cerebro.

Prefiero la leyenda, o "LEYENDA" en mayúsculas, lograda, logradísima de Boorman de 1981. Aquél sí que era el Rey Arturo terrible y fabuloso, aquélla sí que era la Ginebra infiel pero delicada, y aquél sí que era el traidor virtuoso de Lancelot, no este despropósito de metraje: lo logrado por Fuqua como director es comparable a lo que se logró con "Troya" respecto al texto original de Homero, es decir: un film digno de poblar las más excelsas papeleras y contenedores de basura de nuestras ciudades.

Malísima. Ed Wood no era tan malo.