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Voto de Jinx_888:
6
5 de enero de 2015
25 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película correcta: guion entretenido y bien ambientada en la Francia de los años 20, pero que no logra sobresalir como pudiese haberlo hecho.
Colin Firth interpreta a un mago inglés -Stanley- escéptico. Bajo su personaje está representado la corriente híper racionalista que choca con visiones más “creyentes” de la sociedad, no sólo con creencias más sobrenaturales, sino también representan a aquellos reacios a visiones más emocionales de la vida.
En esta faceta el mago está decidido a desenmascarar a una falsa médium (Emma Stone -Sophie-). En ese enfrentamiento con la vidente, Stanley se enfrenta a sus propios fantasmas.
Los fantasmas; esos de creer o no creer, esos de casarse con la mujer que racionalmente más se ensambla conmigo versus casarse con aquella que inexplicablemente me produce cosas que la cabeza no pueden explicar, esos fantasmas que apuntan a lo más profundo del ser humano.
Woody Allen trabaja estas dudas ni con tanta seriedad, ni con tanto humor. Si bien la película esboza varios intentos de ironía, pero nunca es como para catalogarla como una película irónica. La película tiene diálogos interesantes, pero no alcanzan para considerarla una película profunda. Al final la película no es “ni fu, ni fa”.
Al final la película cumple, pero no logra sobresalir.
Colin Firth interpreta a un mago inglés -Stanley- escéptico. Bajo su personaje está representado la corriente híper racionalista que choca con visiones más “creyentes” de la sociedad, no sólo con creencias más sobrenaturales, sino también representan a aquellos reacios a visiones más emocionales de la vida.
En esta faceta el mago está decidido a desenmascarar a una falsa médium (Emma Stone -Sophie-). En ese enfrentamiento con la vidente, Stanley se enfrenta a sus propios fantasmas.
Los fantasmas; esos de creer o no creer, esos de casarse con la mujer que racionalmente más se ensambla conmigo versus casarse con aquella que inexplicablemente me produce cosas que la cabeza no pueden explicar, esos fantasmas que apuntan a lo más profundo del ser humano.
Woody Allen trabaja estas dudas ni con tanta seriedad, ni con tanto humor. Si bien la película esboza varios intentos de ironía, pero nunca es como para catalogarla como una película irónica. La película tiene diálogos interesantes, pero no alcanzan para considerarla una película profunda. Al final la película no es “ni fu, ni fa”.
Al final la película cumple, pero no logra sobresalir.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Stanley busca lo mágico en la vida en actos sobresalientes (adivinar el futuro, contacto con almas muertas, etc) y no en actos donde probablemente se encuentra la verdadera magia de la vida: el amor por otros y por la pareja. Al final la vida le va revelando a Stanley sus verdaderos secretos mágicos.
Al final podemos entender el título de la película, Stanley descubre la magia de la vida, en el observatorio bajo la luz de la Luna, la magia que Sophie le dio a su vida.
Al final podemos entender el título de la película, Stanley descubre la magia de la vida, en el observatorio bajo la luz de la Luna, la magia que Sophie le dio a su vida.