No entiendo como este señor, Adam Copeland, ha conseguido llegar a ser contratado como protagonista de una película de acción. aunque sea de serie B. Es inexpresivo, rígido y anti-carismático.
La película tampoco es gran cosa. Refrito de ideas tomadas del cine y la televisión. Arranca con un criminal entrando en la oficina del FBI para entregarse, avisando de que va a estallar una bomba (piloto de la serie "The blacklist" al tipo lo interroga un agente del FBI especialista en interrogatorios que tiene mucha memoria, una especie de Palacio Mental, al que recurre en busca de información (El Sherlock de Cumberbacht) El interrogador es una especie de iluminado o marisabidillo, vamos, que parece que estés viendo la serie "The mentalist" pero cualquier capítulo de las series que menciono son mejores y más entretenidos que esta película.

En fin, solo la recomiendo si te aburres mucho, o para verla mientras haces otras cosas, como enviar Whatsapps, o echar una cabezadita.
Luego está ese final imposible y forzadísimo, que el guionista se saca de la manga cual trilero: