Vaya por delante que tengo tendencia a ver con malos ojos las películas de terror porque casi siempre me aburren.

"Secuestrados" no es, ni mucho menos, una excepción:

En teoría, se trata del relato del secuestro que sufre una familia en su chalet por una banda de desaprensivos; en la práctica, no pasa de ser una sucesión de escenas violentas con las que se pretende recrear una atmósfera terrorífica con pretensiones de intriga. El director fracasa en todos los frentes: las escenas de violencia son gratuitas y desagradables, el terror tiene más de gritos y casquería que de verosimilitud, y la supuesta "intriga" no son más que una sucesión de pistas falsas sin interés. Lo que salva a medias la película es el ritmo ágil que se imprime a la historia y las actuaciones, bastante dignas, de los protagonistas.