Me ha encantado. Refleja a la perfección el camino a la deriva de un muchacho que acaba de terminar sus estudios y no sabe qué hacer con su vida. Se encuentra con el sexo fácil, con sus contradicciones y con lo que él cree que es el amor. Se ve claramente ese camino tortuoso de no ver el futuro claro.

Luego está la señora Robinson, que se aferra a lo poco que le queda de juventud a través de Ben. Es su vía de escape, ni siquiera quiere hablar con él de trivialidades, sólo quiere sexo y recuperar el tiempo perdido que no pudo aprovechar en su plena juventud.

Aparece la hija de Mrs. Robinson, que aunque sólo tienen una cita se enamoran locamente, quizás eso me parece exagerado pero también es un pecado de la juventud, ambos no saben lo que quieren, ni si quiera se conocen, y el final queda como la duda de si les irá bien, pero da igual, están disfrutando de la vida y de su momento.

Llama la atención cómo él se ve siempre sumergido en el agua tras un cristal, se suele ver atrapado y se ve en muchos planos que él está aislado, desde el principio que se va de la fiesta, hasta cuando se hunde con traje de buzo en la piscina, cuando está en la iglesia impidiendo la boda de la hija de Mrs. Robinson, siempre aislado. Incluso al principio, cuando va en la cinta del aeropuerto como dejándose llevar, igual que hace él con su vida durante toda la película, se deja llevar sin importarle a dónde le lleven las situaciones.

Me ha gustado lo que transmite y cómo lo hace. Está llena de sensaciones que te evocan a tu juventud más perdida. La recomiendo ver a todo el mundo.