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España España · Burgos
Voto de Dmon1987:
8
Thriller. Drama El joven Malik El Djebena (Tahar Rahim), un francés de origen árabe, ingresa en prisión para cumplir una pena de seis años. Aunque al principio la vida en la cárcel le resulta muy dura porque está completamente solo, se adapta rápidamente y, gracias a su carisma, se gana poco a poco la simpatía de los miembros de la mafia corsa, que tienen sobornados a los guardias y controlan todo lo que pasa en prisión.
26 de julio de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un profeta funde con sapiencia un sinfín de elementos que muchas otras películas han tratado por separado, sin conseguir dotarles de la unidad y solidez compacta que contiene esta obra francesa. Audiard teje una tela que adquiere la robustez necesaria a través del hilo conductor de la lealtad. Desde un principio, la sensación de soledad y aislamiento, la impotencia, el hastío, la incapacidad para defenderse por sí mismo, y sobre todo, un pánico extremo, que con el tiempo se convertirá en la pulsión más instintiva del ataque por prevención, encuentran en la fidelidad la única opción para salir entero, al menos físicamente, de los barrotes infernales de la desesperanza.

El film galo se parapeta en los términos del clasicismo más puro para trazar con destreza la historia de un árabe condenado por sus acciones, sí, pero también por un determinismo en el más puro sentido de la expresión que le marca desde la juventud. Así, podríamos decir que mezcla elementos de la aclamada Celda 211 con la crueldad atractiva de la mafia, vista en El Padrino, o Uno de los nuestros, elementos del mejor thriller y momentos de suspense e intriga a la altura de los más grandes. Aleteando entre la mezcla de razas de una cárcel infame descubrimos una suerte de racismo patente en la sociedad francesa. La búsqueda de la protección del grupo como instinto principal de supervivencia entre lo más bajo de una sociedad enferma en sus reglas y cánones.

Sorprende también que el metraje se sustente en la figura de los dos personajes principales. Si Tahar Rahim inquieta con sus ojos hundidos y la mirada perdida del que no tiene identidad, Niels Arestrup es el carácter que más evoluciona nadando entre la abundancia y la ambición, y naufragando después en la decadencia y el abandono. Lo único que mantiene a Un profeta en el lado de las grandes películas, separado por una fina línea de las obras maestras, es su excesiva duración, la perdida de carga narrativa y el relajamiento del espectador en ciertos tramos de un film que destaca por la amargura, el ardor de estómago y la pesadumbre.

La obra de Audiard ha sido merecedora de nueve premios César, además de un par de premios del cine europeo y las nominaciones al Óscar y el Globo de Oro. No es para menos teniendo en cuenta la calidad de una obra que eleva de nuevo al cine francés a la categoría que siempre ocupó, la del celuloide de envoltorio discreto y técnica sobria con un guión sin fisuras, creativo y honesto que ha funcionado siempre, desde Bresson a Truffaut.

@dmontesvigo
Dmon1987
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