Magnífica adaptación al cine de la célebre novela de Stevenson, a cargo de un Victor Fleming que supo recoger fielmente el espíritu aventurero e iniciático que la caracteriza, plasmándolo brillantemente gracias a una eficaz puesta en escena, así como a una eficiente dirección de actores.

Para quien ha crecido, como es el caso, soñando con aventuras similares a las que aquí protagoniza el joven Jim Hawkins, comentar esta película, esta soberbia historia, tiene un punto de emoción. Y esto es así, porque todo aquél que haya sido niño una vez, y que lo haya sido de verdad, ha fantaseado, de cuando en cuando, con ocultos tesoros en islas remotas, con piratas de peligrosa (y seductora) ambigüedad moral, con el infinito horizonte que se dibuja sobre el mar, y en suma, ha deseado vivir la aventura con audacia adolescente. Es esa audacia la que ejemplifica como nadie Jim Hawkins, quien tiene por maestro a ese singular cocinero de pata de palo y pájaro loro al hombro que es Long John Silver. Lo interesante es que Silver ejerce una audacia sin límites, desprovista de toda moral, y que Jim, pese a sentirse absolutamente atraído por ella, por la aventura y el arrojo que el pirata encarna, opta por una audacia virtuosa, honrada. No obstante, es evidente que ambos personajes se sienten profundamente identificados; de ahí que Silver defienda a Jim de otros piratas, pues reconoce en el chico a un igual, a alguien que es capaz de sobrellevar cualquier riesgo o aventura. Del mismo modo, Jim será leal con Silver hasta el final, aunque sin ocultar nunca su determinación de optar por el buen camino. Por todo ello, y tal como escribió un ferviente admirador de esta obra, el tema que se aborda, más allá del tesoro y las peripecias aventureras, es el de una primera y decisiva elección moral.

El filme, en apenas 100 minutos de metraje, sigue fielmente el argumento original, reproduciendo el guión varios de los mejores diálogos de la novela, que el espectador avisado reconoce inmediatamente. La ambientación, siendo de los años treinta, resulta de lo más efectiva, y el desarrollo de algunas secuencias, como la llegada de Bones a la posada, la "presentación" de los piratas en la taberna de "El Catalejo", la del tonel o el enfrentamiento entre Jim e Israel Hands, revelan el buen hacer del realizador. El reparto cuaja una buena actuación, destacando Beery y Barrymore.
Continúa en spolier, sin revelar detalles.