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Voto de Quatermain80:
8
Cine negro. Thriller. Drama El teniente de policía Leonard Diamond (Cornel Wilde) persigue al jefe de una organización criminal, llamado Brown (Richard Conte). La amante actual del gángster, Susan Lowell (Jean Wallace), acaba de intentar suicidarse. Al interrogarla en el hospital, le pone en la pista de una tal Alice, nombre que Brown habría escrito una vez ante ella, sobre el vaho de un cristal. Diamond averigua que la mujer de Brown, desaparecida desde hace ... [+]
18 de marzo de 2011
40 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Menos conocida que su otra obra maestra, "Gun Crazy", y por supuesto mucho menos que otras películas mucho más famosas dentro del género, "The Big Combo", de Joseph Lewis, merece especial reconocimiento por parte de todo aficionado al cine, pues su excepcional calidad se revela tanto en los aspectos argumentales, como sobre todo, en los formales.

Aparentemente la historia desarrollada no es muy original; un malvado inasequible que dirige una eficiente organización criminal, una mujer sometida a él, un policía tenaz y honesto, y ya tenemos servido el enfrentamiento entre el bien y el mal. Sin embargo, los personajes, incluidos los secundarios, poseen un innegable interés, especialmente en el caso de los malos; un Mr. Brown manipulador, traicionero, hábil conocedor de las personalidades y debilidades ajenas, que explota en su propio interés. Unas mujeres sometidas a una tortura psicológica que las hace debatirse y dudar constantemente acerca de qué partido deben tomar. Un soberbio trío de secuaces en el que llama la atención la ambigüa relación que mantienen los dos sicarios, Fante y Mingo, así como la humillación que desprende la personalidad de McClure. Y del otro lado, la figura del teniente Diamond, profesional intachable que llegará a verse tentado por el odio y la sed de venganza.

A ello hay que añadir las virtudes formales, que en este caso son abundantes; de entrada, el director de fotografía es John Alton, uno de los maestros indiscutibles del medio, capaz de construir realidades y sensaciones con un chorro de luz rodeado de sombras. Lo que en principio nació como una solución a la escasez o pobreza de los decorados, acabó convirtiéndose en una opción estilística, y Alton tuvo ocasión de poner a prueba su pericia en los filmes que realizara, junto a Anthony Mann, en la década de los cuarenta ("T-Men", "Raw Deal", etc). Su empleo de la luz, de un dramatismo excepcional (veánse el impresionante final de McClure, o las no menos brillantes secuencias iniciales y finales), incrementa la tensión y la angustia de las situaciones narradas, circunstancia que en este filme se ve potenciada por la soberbia puesta en escena y la composición de los encuadres (me llamó la atención uno en el que están los tres secuaces de Brown, triangularmente dispuestos con una lámpara de mesa en primer término).

Los intérpretes cumplen con creces, especialmente Richard Conte, cuyo personaje es el más atractivo, y Lee Van Cleef y Earl Holliman, encarnando a ese curioso par de asesinos; también hay que reseñar el saber hacer de Donlevy (la muerte de su personaje es de lo mejor que uno ha visto nunca) y de Wilde. En cuanto al guión, estupendo en su desarrollo dramático y también por sus eficaces y ácidos diálogos, fue firmado por Philip Yordan, quien como hoy se sabe, sirvió de "tapadera" para muchos guionistas de la Lista Negra, por lo que la verdadera autoría del de esta película sigue siendo un misterio.
Quatermain80
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