Película absolutamente desconocida para un servidor, que tuvo la oportunidad de verla ayer por pura casualidad, al ser emitida por televisión; al parecer no la ha visto nadie más, pues ni siquiera consta otro voto que no sea el mío.

Claude Lelouch, realizador veterano y con algunas películas notables a sus espaldas, revisita aquí el tema de la pareja de delincuentes sentimentalmente unidos, siguiendo muy libremente la estela de filmes anteriores, singularmente "Bonnie & Clyde" de Arthur Penn. El argumento se mueve, por tanto, en un marco policiaco-criminal, pero el énfasis se centra en la relación entre Françoise (Catherine Deneuve) y Simon (Jacques Dutronc), que coinciden casualmente en su condición de ladrones y en su necesidad de huir de la policía. La película sigue la peripecia "externa" de ambos, marcada por las argucias, robos y demás habilidades desplegadas por la pareja en su fuga de Francia, y también la "interna", que analiza el carácter de cada uno, así como el surgimiento del amor (inicialmente sólo por parte de Simon, luego mutuo), y las dudas y sueños de futuro que comparten.

Bien interpretada por la pareja protagonista, que concentra todo el interés de la cinta, debe destacarse en lo formal el hábil e interesante guión, del propio Lelouch, que revela los sentimientos, miedos y deseos íntimos de Simon y Fraçoise, hacia los cuales el espectador acaba desarrollando verdadero afecto. Los sueños de Françoise son empleados para hacer proyecciones futuras que muestran los temores y las esperanzas del personaje, mientras que Simon se constituye en eje de la historia cuando es la acción lo que predomina (los robos, las fugas, etc). Película rodada sin alardes, pero con una buena elección de ambientes y localizaciones, destacando las secuencias finales, situadas en una helada Norteamérica que recorremos desde Québec hasta Nueva York, cuyo skyline constituye el plano de cierre, así como el símbolo de un nuevo comienzo para la pareja protagonista.