Después de ver esta película te das cuenta de que es posible la coherencia en este pero sin renunciar a tu vida preente, a tus sentimientos, a tus creencias. Con un hilo narrativo conducido por el relato de aquel que vivió esa coherencia paternal y que, aunque ha huido a la gran ciudad, mantiene los principioas que le inculcaron en su niñez.
La narración fluye a través de los cambios de los personajes y sus sentimientos y sus discursos. Película para reflexionar sobre el mundo actual, sobre el poder de los que tienen el dinero y de los que aún no teniéndolo piensan que éste es el que debe el que debe dar y quitar a los pobres. Maravillosos actores encabezados por un Luppi pletórico (¿cuántos años llevamos disfrutándolo así?), un Cecilia Roth deslumbrante, un Sacristán magnífico y el descubrimiento para mí de Leonor Benedetto, uan actriz argentina que da un toque humano y muy dialogante a toda la película. Recomendadísima.