Magistral interpretación de Eduard Fernández. Si piensas en un actor que pueda registrar todos los estados de ánimo de un hombre ese es Eduard. La película transmite perfectamente el estado del personaje principal; la cadencia de las imágenes, del ritmo narrativo, del crecimiento de la historia entre él y la violinista eque s de una sencillez y un romanticismo incrustado llegando Cesc Gay nuevamente al nivel que demostró en "En la ciudad" donde los actores se pliegan a una historia emotiva, realmente emocionante. La escena del bar es antológica y deberemos guardarla en nuestro recuerdo como una maravilla del cine español.
Todo el proceso de desarrollo de la historia está perfectamente reflejado en el contenido del personaje principal, interpretado por Eduard Fernández y que, al ser rodado en rigurosos orden cronológico, nos transmite realmente, el cambio en el estado de ánimo y en el estado físico del personaje.
También hay que hacer referencia a Javier Cámara, que con su personaje contrapunto del principal, transmite familiaridad de la relación entre ellos dos, cariño en su relación con éste aunuqe no consiga cambiar a este director de cine que encuentra el amor y no consigue atraparlo..o no quiere.