Una película con una idea bastante original pero cuyo resultado deja mucho que desear. A pesar de ello consigue atrapar al espectador con notable eficiencia debido a la compleja situación por la que pasa el personaje principal y a la incertidumbre en la que se ve envuelta el propio espectador. Sin embargo el argumento no está a la altura, ya que lo que comienza pareciendo ser un thriller diferente acaba siendo mas bien parecido a una película de secuestros típica americana.
Sin embargo merece la pena disfrutar de la estética y de la música, las cuales son sin lugar a duda lo mejor de la película. Ambas llegan a crear la atmósfera adecuada para que, en algunos momento, el espectador crea que está sentado en una de las butacas del teatro donde tiene lugar el concierto de la película.
En definitiva, una película cuyas cualidades hacen parecer presenciar una gran película pero que finalmente acaba siendo una más del montón.