Muy bien todo el reparto y excelente Malek. Paradógicamente da más el tipo físico de Mick Jagguer pero se le debe reconocer el encomiable trabajo llevado a cabo para encarnar el personaje de Mercury. Se ha esforzado como un loco, obsesivamente en los detalles. Impecable, tanto que hasta sabe mal que el efecto inmediato sea añorar al Freddy real.
Como talento fuera de serie es prácticamente imposible condensar en ese corto espacio de tiempo lo que le dió la vida le de si al señor Bulsara y eso que únicamente hablamos de la faceta pública de su vida adulta durante su participación en la banda. Le sacó partido, si señor.
Y es que lo de la gente que es fuera de serie parece que sea tan fácil de llevar a cabo! Hacen que todo parezca sencillo cuando en verdad detrás de sus obras se esconde el resultado de muchísimo trabajo, estudioso cuidado en el detalle y a menudo de virtuosismo. Tiene esa habilidad: hacen que parezca fácil lo más de lo mejor.

En primer lugar es importante dejar claro que cualquier artista vendería lo que fuera (unos cuantos miles de veces) por conseguir alguno de los productos musicales que generó Mercury en solitario (uno sólo de ellos)

Como fan me gusta el homenaje y que el film sea complaciente pero Queen y Mercury... ellos no son ese biopic ni por asomo... Para entendernos: ellos son aquellos que después de toda una carrera que ha quedado sólo por si misma como legendaria y con el mercado norteamericano de EEUU a punto de caer a sus pies graban un videoclip travestidos como “I Want to Break Free” marcando identidad british diferencial, tirándolo todo por la borda y volviéndola a liar parda.

Desde el minuto cero esa es su señal de identidad. Uno de sus himnos indiscutible es "we will rock you", esto es, te vamos a dar caña, a sacudirte, vamos! , y es directamente es una declaración de principios.
Cabe destacar esa excusa de querer buscar la participación de la gente para justificar "la autoria" en el tema que relatan de Bryan May en los años en los cuales Mercury llevaba bigote cuando por entonces en la vida real únicamente se había arreglado las puntas de la melena un poco y lucia mejos heavy(¿?), es sencillamente sobrevenida con posterioridad.
En esos años a los conciertos no se iba a eso. Existía el vinilo, se vendían discos y se hacían conciertos. No existía la piratería, no necesitaban que la gente fuera a los conciertos a corear éxitos con sus ídolos. Eso fue un regalo a añadido de la gente, una dedicatoria del público expresa al personaje creado por Farok Bulsara. Al concierto en esos años se iba porque uno se identificaba con un u otro movimiento cultural, a encontrar gente afín pero lo de cantar era algo anecdótico. Es posteriormente, con el advenimiento de nuevos medios para la difusión musical cuando ha adquirido transcendencia como producto con algo diferencial en la industria discográfica. Ahora no es extraño que hasta se invite a algún espectador a compartir escenario y el concierto es una fiesta basada en la participación.
Y como en todo Mercury dio en la diana, como siempre, con anticipación, pateando bien el culo a todos y pareciendo tan y tan y tan y tan fácil de hacer eso de pasar olímpicamente por encima de las barreras idiomáticas y culturales sin tener que hacer el más mínimo esfuerzo. La cara de caerse del guindo del hasta ese momento snob Bryan May en el concierto de Argentina al interpretar "Love of my live" tendría que aparecer en los libros infantiles de texto de aprendizaje del inglés.

Es importante señalar que la historia de los hits de la banda después del fallecimiento del cantante es sencillamente una travesía en el desierto. Ni un sólo hit. Ni uno solo. Eso entra en contradicción con lo que es el relato oficial que adjudica la autoría de los temas alternativamente a uno u a otro integrantes hasta su reunión en 1985 (excepción hecha claro está de los que hasta la fecha no existe forma humana de entender que no sean de otro ser humano que del señor Bulsara)
Pues bien. Al señor Bulsara, como a todos los amores reñidos, se le quería mucho, tanto como para presentar la excusa de que repartirían beneficios entre todos a partes iguales como precio para su readmitisión en la banda y así salvarlo de una vida de excesos cuando el pobre en verdad ya no tenía salvación, sobrellevando así sus horas bajas y atravesando con honor toda una década, durante las vacas flacas.
Si total ya de hecho, de facto, siempre se habían repartido el botín, independientemente de quien fuera el autor. Otro hecho diferencial legendario del señor Bulsara era que no escatimaba en nada, por mucho que algunos le hayan querido recriminar con ese pretexto por causa de su ausencia.
A todas luces visto lo visto esa era un excusa innecesaria y si lo que se quiere es dejar bien patente que se le quería mucho que sepan todo el grupo, acompañantes y aledaños que todos lo queremos más, más y más.