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España España · Barcelona
Voto de did79:
8
Drama La historia, inspirada en hechos reales, muestra la vida de la familia Gucci durante tres décadas, en las que una sucesión de traiciones, dinero, decadencia, luchas de poder y venganza desencadenaron en el asesinato en 1995 de Maurizio Gucci (Adam Driver) por orden de su mujer, Patrizia Reggiani (Lady Gaga), que llegó a ser conocida como "la viuda negra de Italia".
16 de enero de 2022
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda, la filmografía de Scott no peca de dogmática, pues es capaz de adentrarse en los diferentes géneros con solvencia. Pocas son las temáticas que no forman parte de sus películas, a pesar de mostrar cierta predilección por el fantástico, género en el cual se incluyen sus obras más aplaudidas.

Por ello, no sorprende que se atreva a dirigir un film como el que nos ocupa, más cercano a las telenovelas o a las producciones esteticistas de Murphy. Un proyecto que viene gestándose desde hace unos años y que ha pasado de mano en mano hasta volver a caer en las suyas. El polémico casting, con actores del momento interactuando con otros más veteranos, despertaba ya desde su anuncio cierta curiosidad.

Basado en hechos reales descritos en la novela homónima de Sara Gay Forden, el director opta por ofrecer un film alejado de todo halo sensacionalista para adentrarse en los terrenos del thriller mafioso. De hecho, muchos son los que han comparado a la familia Gucci con los Corleone, y razón no les falta. Los cuchillos y las intrigas conspiratorias vuelan entre unos personajes que, con desmesurada ambición, son capaces de traicionar a su propia sangre por poder y dinero.

Más allá del buen hacer de Scott tras las cámaras, con su elegante puesta en escena, y de la efectiva recreación histórica (peluquería y vestuario son, como no podía ser de otra manera, soberbios), lo más interesante de la cinta es el desarrollo psicológico de unos personajes con muchas capas y dobleces. Algo de lo que se beneficia el elenco actoral, pues les da vía libre para mostrar cualidades y estridencias. Por esa misma razón, cada actor parece ir a su bola y no cohesionar con el resto. Al individualizar su acting se diferencia de sus compañeros, que parecen estar en otra película distinta. Por un lado, tenemos a Gaga, Driver e Irons, que profieren una profundidad trágica a sus personajes, y por otro, Al Pacino y Leto, que muestran una comicidad desfasada que aligera el tono serio y turbio de la trama. Aunque si tuviéramos que destacar un solo trabajo interpretativo este es el de Lady Gaga, ofreciendo su vertiente más hipnótica y excesiva y componiendo a una perversa y codiciosa femme fatale de altos vuelos.

No es un film perfecto ni mucho menos, pero tiene los suficientes alicientes como para que su extenso metraje no pese como una losa, además de amenizar la función con una potente y obvia banda sonora.

Lo mejor; Lady Gaga, ella es la película.

Lo peor; La sensación de que el film podría haber dado más de sí.
did79
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