Blancanieves y los siete enanitos de David Hand, es una cinta de animación infantil, fantástica y musical. Llevada a cabo con un ritmo tranquilo, y siempre acompañada por música, es una obra personal e impecable en su mensaje y belleza infantil, realizada de forma maravillosa y espléndida, no solo sobreviviendo a las décadas, sino calando con éxito generación tras generación.
La fotografía, es colorida y hermosa, y más aún teniendo en cuenta cuando se realizo, con imágenes majestuosas y maravillosas. Y la música, es melódica, infantil y confortante, con canciones encantadoras y dulces recordadas por todos con ternura y emotividad, y en ocasiones incluso con sonidos intensos e inquietantes en su acompañamiento.
Los personajes, son entrañables y carismáticos, auténticos y remarcables, muy recordados y queridos por todos, por su naturalidad, y por su ingenuidad cautivadora y tierna. Caracterizados de forma muy sugerente y trabajada, están estéticamente elaborados con armonía y sinceridad, sobreviviendo con enorme éxito al paso de los años.
El guion, es conmovedor y cercano, además de agradable y acertado, por ser divertido y emotivo, aunque eso sí, predecible e imaginable, pero inspirador y sentido, digno de admiración por su ternura y recuerdo agradable. Empleando diálogos y narrativa infantil, académica y afable, muy cordial y acogedora por estar enfocada para los más pequeños de la familia.
En conclusión, la considero una obra inolvidable e imprescindible en la filmografía infantil de Disney, por su ternura, belleza y magistral trama. Recomendable por ser eclipsante, amena, clamorosa, enternecedora y perfecta, no solo para los más pequeños, sino para los adultos que quieran sentirse cautivados por su encanto e inmensidad.