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Voto de Elcinederamon:
8
Comedia Rusia, principios del siglo XIX. En un pueblo ruso, Boris Grushenko vive obsesionado con la muerte y con su prima Sonia, aunque ella prefiere a Iván, uno de los hermanos de Boris. Pero Iván se casa, y Sonia, por despecho, contrae matrimonio con un rico comerciante de pescado. Obligado por su familia, Boris se alista en el ejército para luchar contra la Francia napoleónica e, inexplicablemente, se convierte en un héroe de guerra. Y, a ... [+]
25 de abril de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La última noche de Boris Grushenko, es una comedia que parodia al pueblo ruso en sus guerras contra Francia en el siglo XIX. Dirigida con un ritmo vertiginoso y trepidante, y llena de un humor basado en gags hilarantes y diálogos jocosos, es una de las cintas más brillantes y divertidas del cineasta neoyorkino. Realizada de forma perspicaz y fantástica, tiene un resultado irresistible y cómico que gusta no solo a sus seguidores, sino al público en general.
La fotografía, está llena de matices estéticamente evocadores a la época en cuestión, con imágenes lumínicas y espléndidas que cumplen con su cometido. La música, es rítmica y estimulante, muy apropiada para la acción, con sonidos alentadores y arrolladores en un buen acompañamiento de la trama. Y los planos y movimientos de cámara, usa con acierto la cámara en mano, avanti, planos medios, panorámicos, reconocimiento, travellings y generales rápidos y dinámicos, dando velocidad al film en un gran trabajo técnico.
Las actuaciones, son cautivadoras y fascinantes. Con Woody Allen en estado de gracia radiante y carismático, y Diane Keaton en su mejor papel cómico, muy genuina. Siendo cumplidoras las interpretaciones de Howard Venon, Jessica Harper y James Tolkan entre otros. Y empleando para estos, unos vestuarios alusivos y cuidados en detalles, muy apropiados para la historia en una oportuna y simpática dirección artística.
El guion, escrito por el mismo director, es atractivo en lo disparatado, con escenas hilarantes llenas de unos gags admirables y sobresalientes de un humor ingenioso y lúcido, como tan solo Allen es capaz de realizar en un estado de gracia perpetuo. Empleando una narrativa con voz en off simpática y explicativa del protagonista, y unos diálogos graciosos y ocurrentes que son perspicaces y burlones, dando dinamismo y velocidad al film con la estupenda e incomparable verborrea de Allen.
Concluyendo, la considero una obra indispensable e imprescindible del director y del género de comedia descabellada e inteligente, la cual entretiene y ameniza el visionado del público en general. Recomendable por su dirección, guion, interpretaciones, música, vestuarios, decorados, narrativa y diálogos que vuelven a La última noche de Boris Grushenko, en un film jocoso como pocos, que luce como una de las obras más divertidas de la filmografía del director.
Elcinederamon
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