El color del dinero de Martin Scorsese, es un drama secuela de la película "El buscavidas". Dirigida con un ritmo dinámico, es correcta en su realización, pero aunque el resultado es aceptable, no está ni al nivel del director, ni ha pasado con efectividad la barrera de los años, siendo notablemente ochentera y característica de la época.
Musicalmente, es cargante en ocasiones, y desde luego alusiva al momento en cuestión. La fotografía, es eficiente, oscura y sugerente, sacando notablemente lo mejor de unos salones de juego de billares. Y los vestuarios y caracterizaciones, están trabajados decentemente aunque sin brillo, sugiriendo en todo momento donde están los protagonistas.
El guion, es atractivo y sustancioso al principio, con momentos interesantes y apasionantes, pero está argumentado de modo, que no mantiene el nivel en todo momento, siendo algo flojo de la mitad en adelante de la película. Los movimientos de cámara y planos eso sí, son originales y bien elaborados, usando el acercamiento y la rotación, con una estética sorprendente, que asombra con planos usados para meternos en situación de las partidas de billar de modo admirable.
Las actuaciones, sin duda son desiguales, destacando Paul Newman con brillo y convicción que es quien verdaderamente se apropia de la historia. Con Mary Elizabeth Mastrantonio sensual, apropiada y aceptable, pero con un Tom Cruise pedante y con falso carisma, que causa antipatía en el público. Usando diálogos graciosos, burlones y ocurrentes, en las diferentes escenas y situaciones del film.
Por lo que, en conclusión, la considero solo una obra destacable en cuestión de planos y movimientos de cámara asombrosos, en la actuación de Paul Newman digno ganador del oscar, y por algunos diálogos divertidos. Por el resto, creo que es una cinta que no ha resistido el paso del tiempo, prescindible y superflua, y desde luego, muy lejos en resultado a los trabajos a los que nos tiene acostumbrados Scorsese.