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Voto de miguelez65:
9
8,4
13.371
Drama
Manu, Roland, Jo y Vosselin comparten celda en la prisión francesa de La Santé. Los cuatro han pensado un elaborado método para escapar de la prisión, pero cuando están a punto de ejecutarlo, les asignan un nuevo compañero de celda, al que no saben si comunicarle o no sus planes. (FILMAFFINITY)
16 de junio de 2015
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hola.
Película muy sobria, con muy pocos elementos y un puñado de actores que logra atrapar la atención y emocionar durante todo el metraje.
Saludos.
Película muy sobria, con muy pocos elementos y un puñado de actores que logra atrapar la atención y emocionar durante todo el metraje.
Saludos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Hola.
Película muy sobria, con muy pocos elementos, perfectamente engarzados y un puñado de actores que logran atrapar la atención y emocionar durante todo el metraje.
No sabría definirla, no es cine negro propiamente, la iluminación no parece expresionista, la luz está atenuada, hay planos largos de los pasillos, profundidad de campo, ángulos de enfoque eficaces, primeros planos y incluso macro, es una película testimonial, la historia de un intento frustrado de fuga.
Empieza con un flashback, un hombre arreglando coches, un ciudadano normal que tiene algo turbio de su pasado.
La escena de su irrupción en la celda, donde es recibido con recelo, porque es un invitado “non grato” en el plan de fuga que se va a llevar a cabo y no saben si fiarse de él, es muy emocionante.
Es difícil no empanizar con cada uno de los actores, incluso con casi todos los funcionarios, incluido el alcaide, las relaciones humanas en ambientes cerrados y hostiles dan mucho juego, este es el caso, los actores están magníficos, Gaspar se nos presenta como un hombrecillo con aspecto algo afeminado, de cara algo ratonil y con una historia de faldas, no es de extrañar la desconfianza que despierta, una vez resuelta esta y haciéndose valer, pero siempre algo titubeante, es aceptado y empieza la acción de fuga que transcurre secuencialmente, con lujo de detalles , planos a veces muy largos, cabe destacar cuando empiezan a perforar con una pata de la cama, uno piensa, que es imposible, que está muy duro, que ese ruido tan brutal y agudo a la vez los va a delatar y porque ocurre casi a tiempo real, de forma que cuando lleguen a material algo más blando, piensas que quizás avancen más rápido, puesto que además hay piedra entremetida, y así es, efectivamente.
Cuando empieza a serrar el barrote, ¡menos mal! Que no se recrea tanto, porque es gordísimo y no es muy creíble, al menos, para un hombre de poca fe. Y luego tener que sortear todos esos obstáculos, como en un laberinto lleno de trampas y al final un muro de hormigón armado, parece una metáfora de la vida, lo tienen que rodear, y es aquí donde uno piensa que esta vez no lo van a conseguir, la cámara se recrea con la perforación durante minutos exasperantes, otra vez casi a tiempo real, y pasa lo mismo de antes, pero ahora más difícil, les llevará días, además se arriesgándose a ser descubiertos, acuérdense de la escena del escarabajo y la araña, el aburrimiento y la candidez cuasi infantil de los celadores, por ejemplo y que pueden hacer que de forma intempestiva, todo vaya al traste en cualquier momento, y ocurre también con la supuesta lima en la repisa.
Es en las relaciones estrechas, fraternales, nobles, tenaces, sobrios, acuérdense de que uno de los reclusos renuncia a la fuga por no hacer sufrir a su madre, un acto de humanidad desbordante o cuando poniendo en peligro su plan, buscan justicia por el hurto de los dos fontaneros, es decir, su fé en la justicia con la complicidad del brigada, es en todo esto donde radica la fuerza de la película.
Como soy un ingenuo no pensé que les fuera a traicionar, pero el director no tiene nada de cándido y aprovecha para sonsacar cualquier oportunidad que se le ofrece...
Durísimo final: "Gaspar ….".
Una de las mejores películas sobre prisiones que he visto y con el valor añadido de ser del 1960, a buen seguro, el director de “La gran evasión” de 1963, por no hablar de Héctor Babenco, se habrá fijado en ella.
Seguiré la filmografía del director, que desconocía, porque es extraordinaria, murió este mismo año y tras de sí deja a buen seguro un legado valiosísimo.
Un Saludo.
Película muy sobria, con muy pocos elementos, perfectamente engarzados y un puñado de actores que logran atrapar la atención y emocionar durante todo el metraje.
No sabría definirla, no es cine negro propiamente, la iluminación no parece expresionista, la luz está atenuada, hay planos largos de los pasillos, profundidad de campo, ángulos de enfoque eficaces, primeros planos y incluso macro, es una película testimonial, la historia de un intento frustrado de fuga.
Empieza con un flashback, un hombre arreglando coches, un ciudadano normal que tiene algo turbio de su pasado.
La escena de su irrupción en la celda, donde es recibido con recelo, porque es un invitado “non grato” en el plan de fuga que se va a llevar a cabo y no saben si fiarse de él, es muy emocionante.
Es difícil no empanizar con cada uno de los actores, incluso con casi todos los funcionarios, incluido el alcaide, las relaciones humanas en ambientes cerrados y hostiles dan mucho juego, este es el caso, los actores están magníficos, Gaspar se nos presenta como un hombrecillo con aspecto algo afeminado, de cara algo ratonil y con una historia de faldas, no es de extrañar la desconfianza que despierta, una vez resuelta esta y haciéndose valer, pero siempre algo titubeante, es aceptado y empieza la acción de fuga que transcurre secuencialmente, con lujo de detalles , planos a veces muy largos, cabe destacar cuando empiezan a perforar con una pata de la cama, uno piensa, que es imposible, que está muy duro, que ese ruido tan brutal y agudo a la vez los va a delatar y porque ocurre casi a tiempo real, de forma que cuando lleguen a material algo más blando, piensas que quizás avancen más rápido, puesto que además hay piedra entremetida, y así es, efectivamente.
Cuando empieza a serrar el barrote, ¡menos mal! Que no se recrea tanto, porque es gordísimo y no es muy creíble, al menos, para un hombre de poca fe. Y luego tener que sortear todos esos obstáculos, como en un laberinto lleno de trampas y al final un muro de hormigón armado, parece una metáfora de la vida, lo tienen que rodear, y es aquí donde uno piensa que esta vez no lo van a conseguir, la cámara se recrea con la perforación durante minutos exasperantes, otra vez casi a tiempo real, y pasa lo mismo de antes, pero ahora más difícil, les llevará días, además se arriesgándose a ser descubiertos, acuérdense de la escena del escarabajo y la araña, el aburrimiento y la candidez cuasi infantil de los celadores, por ejemplo y que pueden hacer que de forma intempestiva, todo vaya al traste en cualquier momento, y ocurre también con la supuesta lima en la repisa.
Es en las relaciones estrechas, fraternales, nobles, tenaces, sobrios, acuérdense de que uno de los reclusos renuncia a la fuga por no hacer sufrir a su madre, un acto de humanidad desbordante o cuando poniendo en peligro su plan, buscan justicia por el hurto de los dos fontaneros, es decir, su fé en la justicia con la complicidad del brigada, es en todo esto donde radica la fuerza de la película.
Como soy un ingenuo no pensé que les fuera a traicionar, pero el director no tiene nada de cándido y aprovecha para sonsacar cualquier oportunidad que se le ofrece...
Durísimo final: "Gaspar ….".
Una de las mejores películas sobre prisiones que he visto y con el valor añadido de ser del 1960, a buen seguro, el director de “La gran evasión” de 1963, por no hablar de Héctor Babenco, se habrá fijado en ella.
Seguiré la filmografía del director, que desconocía, porque es extraordinaria, murió este mismo año y tras de sí deja a buen seguro un legado valiosísimo.
Un Saludo.