Martin Scorsese es junto a Brian de Palma ,"Scarface, el precio del poder", y Francis Ford Coppola con la trilogía de "El padrino", los tres directores que han reflejado para la gran pantalla ese oscuro y sinuoso mundo criminal de la Mafia y de los mafiosos, no sólo hablando de sus actuaciones criminales, sino profundizando hasta la saciedad en la personalidad de los hombres que a ello se dedican, en sus vidas y sus familias, en sus sueños y sus ambiciones, en sus aciertos y sus errores.

Scorsese con su ritmo peculiar nos presenta la historia real de uno de ellos, de un chico que desde temprana edad quiso ser un gánster, uno de ellos. Y en base a anécdotas cargadas de humor nos introduce en la vida de los mafiosos y de su mundo criminal, en la violencia absoluta donde la vida humana no vale nada, sólo se le da importancia al dinero y los negocios por encima de todo, de la amistad, de la familia, lo único importante es el éxito que te procura el vil metal, el estar en la cresta de la ola y salir de los vertederos donde todos se han criado.

Grandes papeles los interpretados por nuestros tres gánsters, Ray Liotta, Robert de Niro y Joe Pesci, todos con diferentes personalidades pero iguales en la violencia, siendo el de Liotta el mejor papel que ha interpretado nunca. Y reseñar también el papel de Lorraine Bracco, como esposa de un mafioso, extraordinaria e irrepetible.

Scorsese, con su peculiar estilo, hila una película de acción inusual por su ritmo alto durante las más de dos horas de su metraje, con detalles importantes como la habilidad para cocinar de todos los italianos y esas camisas de largo cuellos de pingüino cuando lucen corbatas. Como no, una gran banda sonora original para acompasar las escenas de violencia y una cuidada estética. Más tarde rodaría "Casino", otra obra de arte estética sobre el mismo mundillo mafioso.

Matrícula de honor, un merecido 10.