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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
3
Drama. Comedia Paul Kemp (Johnny Depp) es un escritor norteamericano que ha empezado a trabajar como redactor para un periódico caribeño. Su nuevo ambiente, poco a poco, empieza a enrarecerse. Amor, envidia, celos y mucho alcohol son los principales ingredientes del relato. (FILMAFFINITY)
4 de mayo de 2012
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
«Hoy en día el hombre conoce el precio de todo y el valor de nada» es una de las citas de Oscar Wilde que utiliza Paul Kemp, el escritor y periodista protagonista de “Los diarios del ron” , para describir a esos ‘bastardos’ contra los que inicia su causa. «Una parte de indignación, otra de justicia y tres de ron… mezclar bien» reza su cartel alternativo formado por botellitas de alcohol (Kemp se tomaba 161 al día en aquella época). Juntando las citas anteriores hay suficiente e interesante material para albergar esperanzas. Todo parte de saber quién es Hunter S. Thompson y por qué escribió una novela a principios de los 60 que no fue editada hasta 1998. No estamos ante “Miedo y asco en Las Vegas” en Puerto Rico aunque el filme pretende dejar claro cómo Hunter S. Thompson, en ese álter ego llamado Paul Kemp, encontró su voz interior como escritor. Podría tener un tratamiento político sobre el sistema y la manera de enfrentarse a sus constantes desequilibrios, pero la película de Bruce Robinson adolece de un rumbo por su propio libreto. No sé si el truco es disfrutarla con 161 botellitas de alcohol en la butaca de al lado o puesto de LSD.

En sí, el filme cumple con la presentación de la bella Amber Heard y el rol que encarna Depp pero tanto su duración como ritmo quedan desorientados y descompensados por la historia y el relato que narra. Tiene los secundarios correctos, las tramas que reflejan el capitalismo más devastador e insensible con tal de ganar dinero mientras que el pueblo explotado es silenciado en los medios manipulados. Como no podría faltar en un homenaje al creador del periodismo ‘gonzo’ es el propio reportero el que se mete dentro de las fauces del lobo para ver y contemplar sus afilados y blancos dientes, para conocer a una bella Caperucita Roja en el estómago y para comprobar que será defecado cuando sea considerado un indeseable e inútil excremento. No es que hayan cambiado muchos las cosas desde el Puerto Rico que nos presentan a principios de los 60 con el de nuestros días y otros paraísos turísticos artificiales. Esas cápsulas hoteleras fabricadas para los turistas siguen más vigentes que nunca y el acordonamiento militar sobre el civil cercano.

“Los diarios del ron” parece constantemente un velero a la deriva, un objeto embriagado por la estrella que habita en su interior, un vagabundo que camina con una máquina de escribir que nunca utilizará, un drama sin nada real y auténticamente dramático. No sé si ha sido el propio Depp o Robinson el que se ha negado por temor de perder el rumbo al homenaje. Porque realmente aquí se habla de alcohol, pero finalmente todo es retratado de manera tan superficial y en la distancia como un borracho sin un duro que mira en la distancia de la barra las botellas que nunca podrá beberse esa noche. Y la noche se hace tan, tan y tan larga… una noche en la que se descubre el valor de la nada y el precio de todas las cosas, incluido el de nuestro aburrimiento.
Maldito Bastardo
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