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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
3
Ciencia ficción. Fantástico. Thriller Año 1959. En la escuela elemental William Dawes, una profesora propone a sus alumnos una cápsula del tiempo en la que, por cincuenta años, se guardarán una serie de dibujos que ellos realizan teniendo como tema 'visión de futuro'. Una extraña niña llamada, Lucinda Embrey (Lara Robinson), tan solo escribirá una larga serie de números... y será esta hoja la que después caerá en manos de Caleb (Chandler Canterbury), el hijo del escéptico ... [+]
8 de agosto de 2010
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por casualidades azarosas del destino, tal vez señales del futuro, vi el filme de Alex Proyas; un director que dudo que llegue de nuevo a ser lo que fue aunque “Dracula: Year Zero” puede tener buena pinta si no llega a ser por el pesado de Sam Worthington. Atrás queda su mejor película, “El cuervo”, y aquella fallida pesadilla cyber-expresionista “Dark City”, previa a “Matrix”. Desde sus empachos futuristas para el mainstream se atrevió a adaptar al género de acción a Isaac Asimov con la también pesadilla (por diferentes motivos) “Yo, Robot” y finalmente remató la faena con “Señales del futuro” y el peluquín de Nicolas Cage.

Aquí se quiera hilvanar el género de catástrofes con la ciencia ficción de la mano del «síndrome de Casandra». Una cápsula del tiempo y una niña loca, que bien pudiera convivir con el cine oriental de terror, dejan una herencia en forma de números y raspamiento de uñas. No se trata de un código a lo Dan Brown que engendre cierto suspense hasta su resolución sino que el enigma es obvio, tan obvio que hace pensar de las torpezas de sus desconocidos autores. Hay poco interés en una cinta que sigue los patrones de conflictos obvios y encuentros nada fortuitos. Las señales del futuro son desesperanzadoras sobre todo para el pelo de Nicolas Cage pero también para los mortales que sobrevivan a una ración y revisión de un pequeño clásico del sci-fi, “Cuando los mundos chocan”.

El súmmum y punto del cambio climático y climáxtico de la cinta de Proyas se da cuando las señales son pasajes de una Apocalipsis que conduce al peluquín y a Cage hacía tendencias sobre la familia y el alma humana en una secuencia absurda que parece un anuncio de coches por su pretendida banda sonora. Señales y futuro aparte, todo es a veces tan pésimo que no existe futuro ni señales para esta cinta.
Maldito Bastardo
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