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España España · Arroyomolinos
Voto de Eastwood:
8
Thriller. Intriga Thomas Craven (Mel Gibson) es un veterano investigador del departamento de policía de Boston cuya hija de 24 años, Emma (Bojana Novakovic), es asesinada. Thomas decide entonces intentar averiguar por qué su hija acabó de forma tan trágica, y descubrir quién ha acabado con la vida de la persona a la que más quería. (FILMAFFINITY)
28 de febrero de 2010
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante un thriller adulto de esos que ya pocas veces vemos, muy entretenido y efectivo, que casualmente funciona muy bien en todos sus aspectos y que nos devuelve a un héroe de los ochenta con mucho que decir (aunque esté más centrado en su carrera como director).

William Monahan, guionista ganador del Oscar por “Infiltrados” nos introduce en una historia de padre e hija para, a los escasos minutos, dar un giro brutal que a su vez vuelve a girar otra vez para así llevarnos a un complejo puzzle muy entretenido, y en el que el espectador no se pierde en ningún momento gracias a la gran cantidad de información que nos dan los diálogos. Además, Monahan tampoco olvida de que Mel Gibson es el protagonista y le da alguna que otra gran frase de esas a las que nos tenia acostumbrados en la saga “Arma letal” pero dotadas de más humanidad.

Y es Mel Gibson, el actor metido a gran director, el que más sorprende pues consigue que el espectador conecte con él desde el primer plano donde le vemos en la estación esperando nervioso la llegada de su hija, hasta el plano final que no revelare aquí. Esta interpretación se complementa muy bien con Ray Winstone, quien interpreta a un personaje un tanto ambiguo pero muy real para la sociedad en la que vivimos. Cada uno de los cara a cara entre él y Mel Gibson son verdaderos duelos interpretativos donde al final gana Ray Winstone aunque sea por su manera de sujetar la copa, ya sea de vino, cerveza o whisky.

Martin Campbell es la otra gran sorpresa de esta película. Ya en “Casino Royale” comenzó a mostrar grandes dotes de director pero es en esta película donde se lleva la palma, convirtiendo lo fácil y sencillo en efectivo, y sino presten atención a cada una de las secuencias de acción, al mas puro estilo clásico con planos causa/efecto (no siempre, pues podría excederse en violencia), planos fijos para dar la acción (olvidándose de mover la cámara como si estuviéramos en un barco tan de moda últimamente) o esos cambios de focos en un mismo plano que tanto recuerdan al cine de los ochenta.

En definitiva, un gran film.
Eastwood
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