Esta es una verdadera bazofia de película. Con sólo ver la escena inicial ambientada en una Mongolia hollywoodense y las chicas haciendo volar un helicóptero mientras caen por una represa es el perfecto ejemplo de la edad mental de un país que no sabe responder al por qué sus películas son tan mal vistas en el resto del mundo. Y es inconcebible que Bruce Willis haya aceptado tener una fugaz aparición como testigo asesinado y sin una pequeña línea de diálogo.
Realmente una tortura.