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España España · Oviedo
Voto de Gould:
7
Drama Nueva Orleans, finales del siglo XIX. Barbara Beaurevel (Ava Gardner) es una joven belleza de familia modesta que, tras heredar una gran fortuna, decide vengarse de Mark Lucas (Robert Mitchum), un médico del que está enamorada pero que ya está comprometido con otra mujer. (FILMAFFINITY)
18 de diciembre de 2018
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director británico, prontamente asentado en EEUU, Robert Stevenson gustaba de realizar melodramas en los que el azar o una mala elección conducían a sus protagonistas al destino equivocado y en el que el fatalismo maneja a sus personajes como marionetas. De esta concepción del melodrama como una suerte de “Deus ex machina” en la que sus personajes están obligados a elegir entre la fortuna o el amor, a veces salieron verdaderos engendros –caso de “Back Street” (1941), remake de la película de 1932 dirigida por John M. Stahl- pero también productos razonablemente atractivos como el que nos ocupa, una historia de ambiente sureño desarrollada en un Nueva Orleans finisecular en parte una venenosa crítica al hipócrita mundo de la aristocracia criolla de origen francés.

Barbara Beaurevel vive con su tía y primo, un par de víboras en Nueva Orleans a finales del siglo XIX. Enamorada de Mark Lucas, un doctor investigador de la Universidad de Tulane, sus planes para casarse con él se ven frustrados. La familia de Bárbara es de la alta sociedad, pero su difunta abuela no lo era. Cuando Bárbara hereda una fortuna la usa para tratar de recuperar a Mark.

Nos encontramos con un buen melodrama que va directo al grano y que en sus 70 apretados minutos exhibe algunos atractivos de mayor cuantía. El mayor de todos es disfrutar de la plenitud de Ava Gardner, maravillosamente fotografiada por Harry J. Wild, con una excelente actuación llena de ironía y pasión, dando vida al muy interesante personaje de Barbara. Toda la película está recorrida de un sutil humor que ennoblece el fatalismo argumental tan caro a Stevenson. Igualmente, Melvyn Douglas lo borda con su cínico personaje de Paul, el malísimo primo de Barbara, con una autoirónica actuación al borde de la caricatura, pero de gran efecto. Robert Mitchum no aporta gran cosa, pero sobresale con su imponente presencia

Muy disfrutable.
Gould
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