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España España · Oviedo
Voto de Gould:
5
Bélico Tras el bombardeo de Pearl Harbour (1941), el comandante Barney Doyle (Glenn Ford) se hace cargo del mando de un submarino que se hace famoso por cumplir arriesgadas misiones: una de ellas consiste en cazar a un portaaviones japonés, protegido por un buque que transporta prisioneros. (FILMAFFINITY)
29 de marzo de 2017
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de submarinos ha dejado grandes trabajos, tanto en el cine clásico norteamericano – así, a bote pronto, destacaría “Destino Tokio” (1943) de Delmer Daves, “Run silent, run Deep” (Torpedo, 1956) de Robert Wise, “The enemy below” (1957, Duelo en el Atlántico) de Dick Powell o “Estación Polar Cebra” (1968) de John Surges - como en el cine europeo con la excelente “El submarino” (1981) de Wolfgang Petersen. No es el caso de esta insulsa cinta, una más, en la no muy destacada carrera del actor y director Joseph Pevney, Artesano no muy inspirado, Pevney nos ilustra sobre las andanzas de un submarino en el frente del Pacífico en 1942 y su obsesiva persecución del acorazado japonés “Shinara”. Con una puesta en escena sencillamente correcta y una buena producción el argumento está bastante cogido por los pelos y poco trabajado aunque, al menos, cuenta con las estelares actuaciones de Glenn Ford como atormentado capitán, dividido entre las obligaciones del cargo y sus afectos personales, y un bondadoso segundo en el rostro de Ernst Borgnine quienes, pese a sus esfuerzos, no muy denodados, no consiguen elevar el tono ciertamente plano de la película. La parte en la que el submarino penetra en la bahía de Tokio y la escena del abandono del buque son los puntos álgidos de esta medianía en la que nos asola la constante sensación de “deja vu”. Únicamente para coleccionistas de películas de submarinos.
Gould
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