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Taiwán Taiwán · Made in
Voto de elmer:
3
Comedia. Acción Un provinciano de Estados Unidos cuya máxima aspiración es convertirse en actor acude a visitar a su hermano, un banquero de Londres que está a punto de cerrar un importante negocio. Éste intenta deshacerse de él enviándole a una audición de teatro pero, debido a una confusión, se verá envuelto en una compleja trama de espías soviéticos y británicos que intentan desestabilizar la paz mundial. (FILMAFFINITY)
28 de enero de 2011
9 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay quien está completamente convencido, y no solo en ésta página, de que la película que nos ocupa es una estupenda comedia. No sé si será por admiración incondicional hacia Bill Murray, por pasión hacia el cine negro (aunque sea tratado de forma humorística), o por ambas a la vez, pero lo cierto es que me cuesta mucho creer que se trate de una buena película cuando haciendo gala de un humor tan burdo no llega siquiera a entretenerme un rato. Aquí lo único estupendo que he tenido el gusto de presenciar, eso sí, son sus interesantes títulos de crédito iniciales con ese aire a Hitchcock y al cine de espías de los 60.

Esta película es un tremendo error tal y como ha sido ejecutada, todo es un desfile de estupideces y ni siquiera Murray es capaz de tomarse su trabajo como es habitual en él (o sea, a guasa), es más, parece que el actor incluso se piensa que está haciendo una comedia interesante, cuando en realidad su labor está resultando vergonzosa, aunque con alguna que otra lucidez propia de él, de ese Bill Murray que va a su puta bola, ese que muchos adoramos y que aquí, aún tratándose de humor, más bien brilla por su ausencia. Es el típico caso del gran cómico que deja de serlo cuando se lo cree. Y es que, pese a cuentos navideños y algún contratiempo, no nació Murray exactamente para ser estrella protagonista.

"El hombre que no sabía nada" (este título es otro de sus poquísimos aciertos) entra en esa lista de películas imposibles, imposibles porque con un actor carismático tan reclamado por gran parte de la audiencia como Bill Murray y un argumento de enredos tan atractivo y con posibilidades, es incapaz de mantenerse en pie pasados veinte minutos, y el mayor enredo que logra, es aquel que se lleva pasado ese tiempo, la sufrida mente del espectador.
elmer
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