Soy un marine invasor, un perro del diablo a bordo de mi vehículo de combate con mi palo de fuego siempre dispuesto.
Por mis ojos se filtra la peor montaña de mierda que se pueda digerir, que me transforma en un diablo indecente y decadente, una maquina de matar casi sin sentimientos.
Pero la cercanía de los mios me devuelve humanidad en pequeñas raciones de campaña, no me gusta demasiado, no quiero flojear en combate y que mis compañeros se debiliten con migo.
Soy espejo de lo que hago, hacedor de muerte y destrucción, escuchador de miseria y lamento.
Soy una maquina de amar... faltaría más.
Soy "mandao" de bastardos y petardos... soy criminal y samaritano.
Soy testigo de bromas y colegueo sincero y fiel, en un vertedero que otros me mandan hacer y deshacer... soy un perro del diablo.
Cómo plástico y meo veneno, mi almohada es mi palo de fuego y mi colchón una jodida piedra.
Soy fiel de mi compañero que es igual que yo, pero diferente, bebo odio y escupo metal fundido.
Soy capaz de hacer andar un reloj sin pilas y dar la ora por el periódico, soy "apañao" y chapuzas, un tío técnico con lava en las venas.
A fin de cuentas soy humano y cometo errores, a los que no quiero ver la cara.
Soy un marine invasor, con buen humor como escudo ante lo que veo y hago, soy una plaga para el que me odia y en ocasiones una bendición para quien me ama.
Soy un marine invasor, un perro del diablo!!