Película repetida hasta la saciedad en la televisión, de ahí que mis sensaciones hayan pasado de la indiferencia incial al hastío para más tarde convertirse en hartazgo, y luego en odio.

Historia absurda sobre controladores aereos, con un protagonista tonto y cutre al que le deseo lo peor a los 15 minutos de proyección, y así no hay quien vea una película.

Por el amor de dios, dejar de programarla.