Película de Ciencia Ficción, ambientada en el año 2070. Trata sobre un niño llamado Ender, el cual es reclutado en una escuela militar y descubren que posee una prodigiosa capacidad para los simuladores militares de estrategia. Ender y su talento, serán la pieza clave en la lucha frente a una amenaza de invasión extraterrestre.

Sin querer entrar en la comparativa con respecto al libro (ya que no lo he leído), la primera impresión de la película es positiva: el argumento es más que atractivo (sobre todo tratándose de una idea nacida en el año 1977) los efectos visuales son muy buenos y la película en sí es entretenida, diferente.

Sin embargo, tiene algunos aspectos no tan positivos:

1. Asa Butterfield (Ender), lleva a sus espaldas el protagonismo en películas como "La invención de Hugo" o "El niño del pijama de rayas". Pues bien, quizá por su inexpresivo semblante de piel blanca, preocupado, de ojos azules, me ha recordado inevitablemente al Harry Potter en sus últimas películas y como no, al Frodo de las dos últimas. Les falta carisma en papeles que les exige un plus en seriedad y madurez que no poseen.

No obstante, cierto que es muy joven. Me alegra que apuesten por él y sobre todo en papeles "no encasilladores".

2. La velocidad con la que Ender gana rangos y ascensos en su "carrera militar": posiblemente por la inercia obligada que genera el hecho de comprimir la novela en 2 horas de película.

3. La calidad en las actuaciones: la película es llevada principalmente por niños, y eso se nota en el nivel interpretativo. Pesos pesados como Harrison Ford o Ben Kingsley, apenas tienen protagonismo.

De la película se desprende una importante lección: la nobleza del espíritu del niño frente al adulto, en un escenario de Guerra. El adulto, propone la solución al problema de la amenaza enemiga ANIQUILÁNDOLA e incluso hasta el límite de querer extinguir su raza. El niño, con capacidad de decisión sobre las armas que posee en sus manos, apuesta por la INTELIGENCIA de la estrategia en la Guerra para derrotarlo, para hacerle entender que es mejor que él, sin necesidad de destruirlo.

"Cuando conozco a mi enemigo lo suficientemente bien como para derrotarle, le quiero."