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Voto de Helga Maria Saboia Bezerra:
2
5,3
34
Documental Una mirada a los orígenes, historias y conspiraciones sobre los "Majestuosos doce", un grupo clandestino de militares y figuras públicas en posesión de tecnología extraterrestre.
11 de junio de 2019
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
No he comprendido qué pinta el tal Jordan Sather en ese documental. Yo ya le conocía por su canal de YouTube desde que, en agosto de 2018, yo descubrí el movimiento QAnon (que ahora, con esa película, empieza a causarme dudas importantes). Inmediatamente supe que Sather era uno de los más importantes divulgadores del Movimiento. Tal vez por eso sea uno de los presentadores de ese filme. De todos modos, no comprendo su presencia ahí.

El documentario falla en explicar al espectador, desde su inicio, a qué viene. Para mí, que he estado estudiando, desde 2013, sobre lo que se llama, en los medios "bien pensant", "Teorías de la Conspiración", hubo alguna dificultad en ver claro el propósito de la película. Imagino cómo llegará a los aún no iniciados en esos temas.

Siempre he pensado que Corey Goode e David Wilcock eran dos charlatanes. Sigo sin saber si lo son o no (en eso reside el éxito de esa gente: pueden ser o no ser, he la cuestión). Pero agradezco, en esa película, la presencia de gente como Dr. Bob Wood y David Adair, dos "informantes" de los que no tenía conocimiento y a los que voy a estudiar.

Al final, el pedido de David Wilcock, a todos nosotros, de tomarmos una posición: "Aún si no creemos totalmente en todo lo que las personas en este documental y otros informantes han estado diciendo, tenemos que tomar una posición. No tenemos tiempo de parar para discutir si esa información es verdadera." ¿Qué?

¿Qué? Es decir que me propone tomar acción sin al menos comprender qué es lo que él, con esa película, quiere explicarme?

El final del documentario es, a mi parecer, el marchamo del establishment: ponernos miedo y prisa. Ya hoy nadie minimamente informado ignora que los poderes fácticos -- el llamado "Deep State" ("Estado Profundo"), el 1% de la población mundial que maneja los hilos del sistema financiero y de los gobiernos del planeta -- lo que quiere es unirnos en torno a un enemigo común, que, en este caso, sería el viejo cuento de los extraterrestres, para llevarnos a apoyar un Gobierno Único, bajo el palio del Nuevo Orden Mundial (NOM).

Por cierto, en la película, ninguna palabra sobre el NOM y mucha propaganda sobre los peligros del cambio climático, de la quema de combustibles fósiles, del aumento de la temperatura global, de la falta inminente de agua, etc., todos, elementos del discurso de los globalistas que nos quieren llevar al Gobierno Único.

Como no podría dejar de ser, un ataque al corazón de la Iglesia Católica -- el Vaticano --, a través de un bien hilado y nada fundamentado cuento de que ahí habitan sacerdotes egipcios de craneos alargados (y quieren explicar, así, la razón por la que los Papas usan aquellos sombreros de mitra), es decir, extraterrestres, guardianes de una biblioteca valiosísima en la que están presentes libros que trajeron de su planeta de origen (¡¡!!). Esa película es una sarta de ficción de muy mal gusto para consumo de masas ignorantes que en su vida han leído un libro que valga la pena.

Y es que, para los que sabemos que en lo que estamos es en una guerra contra la Civilización Occidental -- que se ha construido sobre el trípode de la Filosofía Griega, el Derecho Romano y el Cristianismo --, la destrucción de la Iglesia Católica, último escollo para el NOM, es fundamental, no se nos escapa que esa pieza de propaganda tiene como núcleo exactamente la invectiva contra nuestra Historia.

Y es que, sin tomar en cuenta el Cristianismo, es sencillamente imposible contar la Historia de nuestra Civilización, la Historia de europeos e sus descendientes. Y el filme llega a decir, sin pudor, que "cada libro en las bibliotecas, cada libro en los colegios, cada libro en las universidades, cada libro en este planeta tiene información errónea". ¡Bueno! Es esa afirmación, por sí misma, una demolición, de un plumazo (el del autor del guión), de la Historia de la Civilización Occidental, sin hablar en las otras civilizaciones citadas en la película.

Me gustaría que los iluminados participantes en ese documental me dijeran cómo han sido capaces de vivir hasta ahora e, incluso, de hacer esa película, sin la memoria histórica contenida en los libros que atacan. Ese documental es un oxímoron. Lleno de contradicciones y vacíos importantes, presunciones inexplicables.

En el final se confirma mi impresión de que eso no pasa de una "psyop" de caráter "New Age" ("Nueva Era") a servicio de la destrucción de nuestra memoria histórica.
Helga Maria Saboia Bezerra
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