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Voto de Cineclub Mazarelos:
10
7,5
15.798
Animación. Terror. Thriller. Drama
Mima es la cantante de un famoso grupo musical japonés. Debido al fracaso de ventas de sus discos, su mánager decide apartarla del grupo y darle un papel en una serie de televisión. Mima cae entonces en una profunda depresión que la lleva a replantearse su vida y su carrera, pero su crisis se agrava cuando descubre que su vida está al alcance de cualquiera en Internet y que alguien la está vigilando. Cuando la serie empieza a emitirse ... [+]
25 de febrero de 2023
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Perfect Blue (1997) es un anime que adapta a la gran pantalla la novela de Yoshikazu Takeuchi. Se trata del primer largo de Satoshi Kon. En él aparece ya el tema de la difuminación entre lo real y lo imaginario que también es frecuentado en otras de sus películas, como por ejemplo, Paprika, su última obra antes de fallecer en el 2010. También sitúa la acción en un ambiente urbano —realista y mágico al mismo tiempo— que nos oprime e incomoda, otro ejemplo muy claro de esta ambientación es Tokyo Godfathers.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La animación, siempre visualmente atractiva, llena de detalles y fluidez, es uno de los puntos fuertes de la película. Nos atrapa y nos absorbe, y la absorbemos y nos confunde igual que lo hace un trastorno psicótico —como el que padece Mima, la protagonista—. Esto llega hasta el punto de que no sabemos diferenciar lo que es real de lo que no lo es. La película consigue que el espectador se sumerja en la locura de Mima. Nos perdemos por momentos y no sabemos exactamente qué es lo que pasa, como sucede con la escena del sueño recursivo en la que Mima tiene un sueño dentro de un sueño, dentro de otro sueño, etc.
Pero la película toca también otros temas a parte de la salud mental. El deterioro de ésta es consecuencia directa del estrés que le genera a Mima la mercantilización de la mujer en la industria televisiva y de la pureza femenina en el mundo de los pop idol. Mima no asume que no encaja en los roles de subjetividad femenina impuestos por la sociedad en la que vive —precisamente porque son roles artificiales nadie nunca encaja del todo en ellos—, y esto, junto a su paranoia de estar siendo stalkeada y de ser sospechosa de los asesinatos cometidos a su alrededor, le funda una psicosis en la que se desintegra toda su realidad. Después descubrimos que no sólo es a Mima a quien le sucede todo esto, sino que hay una especie de trastorno psicótico compartido entre ella y Rumi, la verdadera asesina, quien quiere a toda costa ser una pop idol, pero de nuevo, Rumi tampoco encaja. Perfect Blue es, entre otras cosas, una crítica a la mirada masculina, al male gaze que engendra objetos semipornográficos: tanto las lolitas del J-pop o del K-pop, como su opuesto, el caso del personaje de Mima en la telenovela; pero también es una crítica al deseo de ser famoso, a la adicción de querer tener un público pendiente y dependiente, adicto a las ficciones del mundo de la prensa rosa y del famoseo.
Pero la película toca también otros temas a parte de la salud mental. El deterioro de ésta es consecuencia directa del estrés que le genera a Mima la mercantilización de la mujer en la industria televisiva y de la pureza femenina en el mundo de los pop idol. Mima no asume que no encaja en los roles de subjetividad femenina impuestos por la sociedad en la que vive —precisamente porque son roles artificiales nadie nunca encaja del todo en ellos—, y esto, junto a su paranoia de estar siendo stalkeada y de ser sospechosa de los asesinatos cometidos a su alrededor, le funda una psicosis en la que se desintegra toda su realidad. Después descubrimos que no sólo es a Mima a quien le sucede todo esto, sino que hay una especie de trastorno psicótico compartido entre ella y Rumi, la verdadera asesina, quien quiere a toda costa ser una pop idol, pero de nuevo, Rumi tampoco encaja. Perfect Blue es, entre otras cosas, una crítica a la mirada masculina, al male gaze que engendra objetos semipornográficos: tanto las lolitas del J-pop o del K-pop, como su opuesto, el caso del personaje de Mima en la telenovela; pero también es una crítica al deseo de ser famoso, a la adicción de querer tener un público pendiente y dependiente, adicto a las ficciones del mundo de la prensa rosa y del famoseo.