De nuevo vuelve a aparecer en escena el oscarizado Bing Crosby,por la primera parte "Siguiendo mi camino", que vuelve a dar vida al padre más famoso de la gran pantalla, esta vez acompañado de una religiosa muy estricta con la que tendrá algún que otro problema, aunque muy leves, debido al alegre carácter de él.
A pesar de lo que dice el refrán de "nunca segundas partes fueron buenas", en esta ocasión no se cumple, haciendo que el espectador se entretenga con un buen reparto que sabe estar a la altura.