Una de las mejores películas de Buñuel en la etapa mexicana. Los detalles surrealistas son mínimos y están metidos un poco con calzador.
Es cine de denuncia, del que no se puede sacar conclusión alguna, a no ser la generalización tópica de que los niños son buenos pero la sociedad los hace malos. Pero la violencia gratuita de ese grupo de chavales primero contra el ciego, que por otro lado tiene muy mala leche, y después contra un pobre al que le falta la mitad del cuerpo es insoportable. Eso no depende de la sociedad, sino de la conciencia de cada uno.
Muy bueno el personaje de Jaibo y en general de todos los actores, siendo muchos no profesionales.
En cualquier caso la película deja un mal sabor de boca. Más que surrealista, que no lo es, es hiperrealista hasta la exageración.
Estupendo el detalle cuando el niño tira un huevo a la cámara.
Con todo no es un peliculón como otras de Buñuel, Viridiana, Tristana, Nazarín...