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Voto de Ghibliano:
10
7,5
77.622
Romance. Drama
La apacible pero anodina vida de Francesca Johnson (Meryl Streep), un ama de casa que vive en una granja con su familia, se ve alterada con la llegada de Robert Kincaid (Clint Eastwood), un veterano fotógrafo de la revista National Geographic, que visita el condado de Madison (Iowa) para fotografiar sus viejos puentes. Cuando Francesca invita a Robert a cenar, un amor verdadero y una pasión desconocida nacerá entre ellos. (FILMAFFINITY)
13 de julio de 2011
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estaba leyendo por encima las críticas negativas y cuál sería mi sorpresa al ver que ninguna llegaba a una conclusión marciana sobre la película. Dicen que es lenta y es lenta. Dicen que la historia está llena de tópicos y es inverosímil y, analizando en frío, lo es. Dicen que Clint es inexpresivo y al lado de Meryl lo es.
Pero algo ocurre cuando estos fallos tan notables se convierten en aciertos para el resto de los mortales. A mí, desde luego, no me parece que minen en absoluto mi disfrute de la película, es más, en su mayor parte lo refuerzan, y voy a intentar explicar por qué en cada caso.
Sobre su lentitud: yo no creo que se pudiera contar de otra manera. Son cuatro días en los que sucede algo muy intenso e inolvidable. En ese sentido, veo completamente coherente que la película se pare con frecuencia en los detalles; recordad que estamos hablando de una mujer que quedó marcada por esa experiencia, que quiere transmitir las numerosas sensaciones que vivió en tan poco tiempo, y que esos cuatro días representan para ella una emoción equivalente a toda una vida.
Sobre su inverosimilitud: es cierto que el hecho de que se encuentren una ama de casa insatisfecha y un fotógrafo que vaga libremente por el mundo es poco creíble, como también que surja el chispazo y de repente los dos no puedan vivir el uno sin el otro, que por cuatro (o tres, porque no se enamoran sólo en un par de horas) días en los que dan rienda suelta a su amor no pueden crear una obsesión que les dure toda una vida (hay una crítica que directamente habla de "calentón"); pues bien, estaréis de acuerdo en que ésta es la magia del cine, hacer creíble lo increíble, emocionante lo frívolo, fascinante lo cotidiano, y os aseguro que "Los puentes de Madison" lo consigue, que los clichés y las premisas no son más que fórmulas narrativas y que su desarrollo es lo único que importa. Y en este punto Clint Eastwood hace auténticos milagros, agarrando el molde tan gastado, creando una película correctísima en todos los puntos con la imaginería hollywoodiense, y contando con ello una pequeña gran historia, que no tiene nada de novedoso pero sí mucho de satisfactorio.
Sobre Clint: yo sinceramente creo que realiza un gran papel. No es lo mismo interpretar a alguien tan emocional como Francesca que a un personaje tan misterioso y en cierto modo seguro de sí mismo como Robert. De hecho creo que la -digamos- falta de expresividad de Clint refuerza esa imagen que Francesca se crea de su personaje, le hace ver como algo inalcanzable, fuera de lo común. Y tampoco me parece tan grave, como he comentado anteriormente creo que es el contraste con el papel de Meryl Streep, que da rienda suelta a sus sentimientos con frecuencia, y además lo hace francamente bien; mientras que a Robert le cuesta más expresarlos, de hecho la propia Francesca le pregunta en una escena si realmente siente lo mismo que ella. Pero por si surge alguna duda, ahí queda la maravillosa escena de su último encuentro.
Pero algo ocurre cuando estos fallos tan notables se convierten en aciertos para el resto de los mortales. A mí, desde luego, no me parece que minen en absoluto mi disfrute de la película, es más, en su mayor parte lo refuerzan, y voy a intentar explicar por qué en cada caso.
Sobre su lentitud: yo no creo que se pudiera contar de otra manera. Son cuatro días en los que sucede algo muy intenso e inolvidable. En ese sentido, veo completamente coherente que la película se pare con frecuencia en los detalles; recordad que estamos hablando de una mujer que quedó marcada por esa experiencia, que quiere transmitir las numerosas sensaciones que vivió en tan poco tiempo, y que esos cuatro días representan para ella una emoción equivalente a toda una vida.
Sobre su inverosimilitud: es cierto que el hecho de que se encuentren una ama de casa insatisfecha y un fotógrafo que vaga libremente por el mundo es poco creíble, como también que surja el chispazo y de repente los dos no puedan vivir el uno sin el otro, que por cuatro (o tres, porque no se enamoran sólo en un par de horas) días en los que dan rienda suelta a su amor no pueden crear una obsesión que les dure toda una vida (hay una crítica que directamente habla de "calentón"); pues bien, estaréis de acuerdo en que ésta es la magia del cine, hacer creíble lo increíble, emocionante lo frívolo, fascinante lo cotidiano, y os aseguro que "Los puentes de Madison" lo consigue, que los clichés y las premisas no son más que fórmulas narrativas y que su desarrollo es lo único que importa. Y en este punto Clint Eastwood hace auténticos milagros, agarrando el molde tan gastado, creando una película correctísima en todos los puntos con la imaginería hollywoodiense, y contando con ello una pequeña gran historia, que no tiene nada de novedoso pero sí mucho de satisfactorio.
Sobre Clint: yo sinceramente creo que realiza un gran papel. No es lo mismo interpretar a alguien tan emocional como Francesca que a un personaje tan misterioso y en cierto modo seguro de sí mismo como Robert. De hecho creo que la -digamos- falta de expresividad de Clint refuerza esa imagen que Francesca se crea de su personaje, le hace ver como algo inalcanzable, fuera de lo común. Y tampoco me parece tan grave, como he comentado anteriormente creo que es el contraste con el papel de Meryl Streep, que da rienda suelta a sus sentimientos con frecuencia, y además lo hace francamente bien; mientras que a Robert le cuesta más expresarlos, de hecho la propia Francesca le pregunta en una escena si realmente siente lo mismo que ella. Pero por si surge alguna duda, ahí queda la maravillosa escena de su último encuentro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
A mí me gusta mucho, qué queréis que os diga. El único fallo que le veo es que cuesta entrar en ella, porque te lo plantea todo con mucha calma, y tal vez que las primeras escenas en casa de Francesca son un poco largas y suponen un freno para el desarrollo de la historia. Quitando esto, creo que es excelente en todos los puntos, y en su última hora, directamente maravillosa.
Aparte de la fotografía y la música, ambas preciosísimas, que te transportan instantáneamente a ese terreno idealizado que representa la historia de amor entre Robert y Francesca, yo quería destacar de entre todas las cosas los diálogos. Es muy difícil transmitir esa naturalidad hablando de cosas tan trascendentes; de la soledad, de la familia, de la insatisfacción... Son simpáticos y efectivos, en el sentido de que sabes por qué ríen y lloran los personajes en todo momento, no te quedas con la sensación de que están sobreactuando en ningún caso, y eso en una película que habla de emociones tan intensas es todo un logro.
A nivel de escenas, para mí destacan sin ninguna duda los momentos íntimos de la pareja, en los que todos los detalles (las imágenes, la música, los silencios) se unen para crear una atmósfera seductora y casi irresistible. De verdad, que es muy difícil hacerlo tan, tan bien. Y luego está la de su último encuentro, ya mencionada, que es sin duda el punto culminante de la película, el más intenso de todos, y que en apenas un par de minutos te crea una sensación tan cruda y difícil de asimilar que por un instante deseas que Francesca abra la puerta del coche y destroce su vida, sabiendo que nada será lo mismo si se fuga con Robert, que abandonará a todos sus seres queridos, que la chispa se acabará extinguiendo y se arrepentirá de su decisión. Pero no lo hace, y la escena concluye con un lloro espontáneo de Francesca, intentando disimular sus lágrimas, que a mí sinceramente me parte el alma.
En resumen, que a mí me ha convencido. Me parece una historia de amor modélica en todos los sentidos, es cierto que no cuenta nada nuevo y puede pecar de idealista, pero es que esto está tan bien contado, está tan bien medido todo en esta película, que una vez arranca la trama no hay ni un solo punto en el que me sitúe fuera de ella.
Aparte de la fotografía y la música, ambas preciosísimas, que te transportan instantáneamente a ese terreno idealizado que representa la historia de amor entre Robert y Francesca, yo quería destacar de entre todas las cosas los diálogos. Es muy difícil transmitir esa naturalidad hablando de cosas tan trascendentes; de la soledad, de la familia, de la insatisfacción... Son simpáticos y efectivos, en el sentido de que sabes por qué ríen y lloran los personajes en todo momento, no te quedas con la sensación de que están sobreactuando en ningún caso, y eso en una película que habla de emociones tan intensas es todo un logro.
A nivel de escenas, para mí destacan sin ninguna duda los momentos íntimos de la pareja, en los que todos los detalles (las imágenes, la música, los silencios) se unen para crear una atmósfera seductora y casi irresistible. De verdad, que es muy difícil hacerlo tan, tan bien. Y luego está la de su último encuentro, ya mencionada, que es sin duda el punto culminante de la película, el más intenso de todos, y que en apenas un par de minutos te crea una sensación tan cruda y difícil de asimilar que por un instante deseas que Francesca abra la puerta del coche y destroce su vida, sabiendo que nada será lo mismo si se fuga con Robert, que abandonará a todos sus seres queridos, que la chispa se acabará extinguiendo y se arrepentirá de su decisión. Pero no lo hace, y la escena concluye con un lloro espontáneo de Francesca, intentando disimular sus lágrimas, que a mí sinceramente me parte el alma.
En resumen, que a mí me ha convencido. Me parece una historia de amor modélica en todos los sentidos, es cierto que no cuenta nada nuevo y puede pecar de idealista, pero es que esto está tan bien contado, está tan bien medido todo en esta película, que una vez arranca la trama no hay ni un solo punto en el que me sitúe fuera de ella.