Hace ya bastante tiempo desde que vi "Un puente hacia Terabithia" por última vez, así que debo disculparme de antemano si mi memoria ha emborronado algún detalle o si no puedo extenderme como debería en algún punto... pero sentía la necesidad de escribir esta crítica desde la última vez que la vi.

Hay ciertos temas en el cine que, por motivos personales, te tocan la fibra de tal manera que muchas veces notas que no puedes ser objetivo, porque el mero hecho de ponerlo sobre la mesa ya te despierta una serie de sensaciones que no puedes ignorar. En mi caso, la nostalgia por la infancia es uno de esos temas.

Con esto quiero decir que, tal vez, las críticas que hablan de que la forma de llevar a cabo este contenido en "Un puente hacia Terabithia" es excesivamente lacrimógena y telefilmera tengan razón, pero a mí, por mis propias sensaciones durante la obra, me cuesta verlo así. Sin embargo, voy a intentar rebatir estos puntos más adelante.

Igualmente, entiendo que mucha gente se sintiera decepcionada al encontrarse con un drama en vez de una historia al estilo de Narnia... pero yo soy de los que creen que la calidad de una obra no se puede medir de manera fiable por las expectativas, y menos cuando están tan erradas desde un principio. Porque, por mucho que nos empeñemos, el hecho de que la magia y el espíritu de aventura no nos envuelvan en ella no es culpa de la historia que en ningún momento pretendió ser así. Culpad a la distribuidora o al trailer, pero no a la película en sí que no se concibió con esa intención.

Pero es que, además, creo que el hecho de pensar que se iba a ver otra cosa ha afectado negativamente a la implicación emocional en la película. Es difícil cambiar de mentalidad al empezar a ver una obra, y mucho más si te han vendido unos parámetros que no se cumplen, entiendo que mucha gente se haya encontrado con una decepción tremenda y se indigne pensando en el engaño que han sufrido, si ya cuesta en ese caso cambiar el chip, no puedo imaginar buscarle la razón de ser a lo que se ve. Lo digo especialmente por quienes comentan indignados que los sucesos de la parte final de la obra fueron una sorpresa desagradable para los niños que fueron a verla esperando algo muy distinto.

Mi opinión es que se trata de un cuento maravilloso sobre la infancia, que no infantil, estamos hablando de una película que confronta y delimita constantemente la fantasía, como vía de escape, y la realidad, como el mundo al que inevitablemente hay que volver. Me resulta hermoso, entre otras cosas, porque me lo creo. Me creo que exista un niño como Jess que necesite escapar desesperadamente de sus problemas, y me creo que pueda existir una niña como Leslie que sea un espíritu libre, que parezca salida de otro mundo en el que ella dicta sus propias reglas.

Y sí, tiene sus pequeños fallos que deslucen la obra, de hecho a mí algunas escenas me resultan algo recargadas. Pero no estoy de acuerdo con otras cosas que se han dicho. Paso a spoiler.