Película existencialista y, por tanto, pesimista en el análisis. El alma pura que todos tuvimos de niños se topa con la cruda realidad y se queda en el camino. El ser humano se tiene que defender toda la vida de la suerte (mala suerte) y de los demás humanos. Giulietta encarna esa candidez infantil y Quinn encarna al adulto, que pugnan, cada uno a su manera, con sus armas, por darle un sentido a la vida. Quinn, fuerte; Giulietta, débil. La suerte esta echada.

Dicho lo anterior, la película me ha decepcionado un poco. Les diré de entrada que me he sentado a verla con toda la pompa y circunstancias que requería una cinta mítica. Además, no sé lo que dirán los expertos, pero supongo que puede adscribirse al Neorrealismo Italiano, del que soy fan. Aun así ,me ha costado cogerle el gusto. Vamos, que siendo buena, no es para tanto.

Gran actuación, aunque ligeramente histríónica de Giulietta, pero tratándose de Fellini supongo que todo está hecho adrede.