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España España · JEREZ DE LA FRONTERA
Voto de jaime salado:
8
Aventuras. Drama Hispanoamérica, siglo XVIII. En plena jungla tropical junto a las cataratas de Iguazú un misionero jesuita, el padre Gabriel (Jeremy Irons), sigue el ejemplo de un jesuita crucificado, sin más armas que su fe y un oboe. Al ser aceptado por los indios guaraníes, Gabriel crea la misión de San Carlos. Entre sus seguidores está Rodrigo Mendoza (Robert De Niro), ex-traficante de esclavos, mercenario y asesino, que buscando el perdón se hace ... [+]
12 de octubre de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay cosas que se han quedado grabadas en mi memoria, y una de ellas fue el visionado de La Misión en 1989. El motivo de mis recuerdos tan vívidos es que fue la primera película que nos pusieron en el Instituto. Durante una -probablemente- tediosa jornada escolar, fue proyectada en el salón de actos -creo recordar que en la asignatura de Religión- el año que yo cursaba 1º de BUP (el actual 3º de ESO). Ver una película en el cole siempre era un motivo para echar unas risas con los compañeros de curso, aunque la temática no fuera ni mucho menos cómica. Mientras comenzaba el film nosotros permanecíamos en nuestra burbuja de bromas y risitas ajenos al drama religioso e histórico que los hermanos marianistas nos intentaban transmitir audivisualmente.

En aquel entonces, el recurso de poner una película de vídeo solía ser un "relleno" al final de trimestre que por supuesto no era evaluado ni requería ninguna actividad posterior. Bendito momento histórico en el que se veía un filme únicamente por el placer de verlo y no por tener que rendir cuentas, como sucede actualmente en el ámbito pedagógico. Aunque no entendí gran cosa de la trama, la fotografía de Chris Menges centrada en la selva amazónica y la música de Ennio Morricone sí se quedaron grabadas en mi interior de manera indeleble. Por esta razón, les agradezco a mis profesores su proyección, ya que era una manera amena de contagiarnos el amor a los medios audiovisuales en general y al Cine en particular. Unida a esta educación escolar contaba en casa con un padre cinéfilo hasta los tuétanos, y ambos elementos fueron configurando dentro de mí el enamorado del séptimo arte que aún sigo siendo hoy.

En mi juventud tardía volví a ver esta película y mi percepción de ella cambió como de la noche a la mañana. Entonces ya disponía de los elementos histórico-políticos y religiosos necesarios para comprender la película de comienzo a fin, desde el "lanzamiento" de misioneros por las cataratas del Iguazú hasta el diálogo impactante con el que termina. Un tercer visionado ha tenido lugar recientemente para deleite de mis sentidos y para que la nostalgia se adueñara de mí al comprobar el paso de los años desde la primera vez que la vi. Non en vano, se trata de la mejor película en el Festival de Cannes del año 1986 y Óscar a la mejor fotografía, además de otras 6 nominaciones que incluían la de mejor película, el cual recayó finalmente en la bélica Platoon.

Acerca del reparto, una curiosidad merece ser mencionada. La Misión se trata de una de las primeras películas de Liam Neeson en el papel secundario de un joven misionero jesuita, volviendo a interpretar muchos años más tarde (2014) la figura de otro misionero jesuita en la película Silencio de Martin Scorsese.

Vamos a la miga del film. La Misión ha sido entendida durante muchos años como un relato feroz de la cruel conquista hispano-portuguesa de América, del odio que la civilización occidental llevó a esas tierras con el pretexto de la cruz pero con la realidad de la espada. Esta ideología me parece una visión parcial y reduccionista del tema por dos motivos. En primer lugar, porque la película es británica, y refleja a modo de remordimiento de conciencia la violencia con la que los ingleses asolaron Norteamérica, pero de manera sibilina ponen como protagonistas de estas masacres a los íberos, cabezas de turco del descubrimiento de América. Hoy en día es fácilmente desmontable esta acusación británica de exterminio por parte de los hispanos-portugueses, ya que en Centroamérica y Sudamérica encontramos altos porcentajes de población procedentes del mestizaje, mientras que en los países conquistados por los ingleses y franceses ese porcentaje es insignificante. Es cierto que en ambos casos se produjeron matanzas indiscriminadas, pero no cabe duda de que fueron mucho más abundantes en el caso de los nórdicos, que sin embargo se fueron de rositas (gracias, entre otros instrumentos, a Hollywood) y colocaron la leyenda negra exclusivamente a hispanos y lusos. El segundo motivo de esta imagen distorsionada es que incluso dentro de la población hispana la película nos presenta figuras pacíficas y con una mentalidad sana, en la que aceptan quedarse al lado de las víctimas y ser junto a ellos los perdedores de esta historia, con los que el espectador tiende a identificarse. En este sentido la película es fiel a la realidad, uno tiende a alinearse con el Padre Gabriel y con el grupo (casi todos mujeres y niños) que deciden orar y portar la Sagrada Custodia sin hacer tampoco ascos al Capitán Mendoza y el resto que responden a la violencia con violencia. En ellos encontramos la imagen histórica de santos que lucharon por la defensa de los derechos indígenas como Fray Bartolomé de las Casas o Francisco de Vitoria.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
jaime salado
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