David Fincher es uno de esos realizadores interesantes que suelen hacer películas de corte independiente bordeando en todo momento el cine puramente comercial.

Recordaréis todos como su debút con "ALIEN 3" estaba rodeado de un halo de misterio e imaginación que muy poco tenía que ver con las dos partes anteriores de la saga, a pesar de que sus resultados finales estaban muy cercanos a la estética del "videoclip" - de donde procedía Fincher - por lo que a muchos, entre los que yo me encuentro, nos decepcionó bastante. Después llegaría la magnífica "SEVEN", donde Pitt y Freeman eran dos policías perdidos en una ciudad donde siempre estaba lloviendo, en una película memorable y en todo un clásico de los años 90. Con "THE GAME" se bajó el listón, mas que nada porque Michael Douglas no era capaz de dar la réplica a un magnífico Sean Penn. Luego llegaría su primera obra maestra, la inquietante y desquiciante "EL CLUB DE LA LUCHA", de nuevo con Pitt y un tremendo Edward Norton, donde se pone de manifiesto una de las inquietudes de Fincher que mejor sabe plasmar en la pantalla, y que no es otra que la esquizofrenia. Luego llegaría un título por encargo expreso de la Sony, la infecta "LA HABITACIÓN DEL PÁNICO", con una patética Jodie Foster, un auténtico "muñeco roto" en manos del gran Forest Whitaker... hasta llegar a su segunda obra maestra, la auténtica, genuina y admirable "ZODIAC", película basada en hechos reales rodada a pulso con un magnífico reparto y una narración que ríase usted de las películas de Hitchcock.

Ahora llega esta película, otro trabajo por encargo expreso de la Warner y la Paramount, (¿se han dado cuenta todos ustedes de la cantidad de films norteamericanos que tienen dos o más productoras/distribuidoras/exhibidoras para así poder llegar al presupuesto final de los mismos sin tener ningún tipo de problema con el "fisco"?, ¿no quedamos en que son compañias de la máxima rivalidad y por lo tanto se llevan fatal entre todas ellas...? ¡Já!), donde Fincher hace lo que puede con un material manoseado de antemano y con muchas similitudes a la ya un poco olvidada "FORREST GUMP". Su larga duración es todo un lastre en esta entretenida película con ciertos "clichés" del género ya demasiado trillados, a pesar de tener una bonita fotografía y una espléndida composición musical de Alexander Desplast.

Con 45 minutos menos habría quedado mejor, a pesar de algunos fallos de guión y una secuencia demasiado "patriótica", (ver "spoiler).

En fín, Fincher, que es mejor que renuncies al dinero que te hayan podido dar y vuelvas a dirigir cosas más interesantes como las que he descrito anteriormente, y así conseguirás hacer que tus más enfervorecidos "fans", (como yo), vuelvan a encumbrarte a la cima del 7º arte.

Un saludo a todos desde Cáceres.