Espectacular remake del célebre gorila King-Kong, apodado en su día como la octava maravilla del mundo. El plato fuerte de la película, muy por encima de todo lo demás, son los efectos especiales, que reproducen espectaculares peleas en la isla perdida en la que reside Kong, entre él y una serie de dinosaurios y bestias de todo tipo, de forma que uno llega a pensar que está viendo Godzilla o algo por el estilo. La ambientación es impecable, tanto de Nueva York en plena época de recesión como de los bellos y tupidos parajes de la isla anteriormente citada. El elenco de actores es importante, con el oscarizado Adrien Brody, la a la vez hermosa y magnífica Naomi Watts, el conocido cómico Jack Black que aquí explora nuevos registros y el televisivo protagonista de "Edición anterior", Kyle Chandler, que tiene un papel pequeño pero que no dejará a nadie indiferente. Hasta aquí la película es casi perfecta, pero falla en dos aspectos muy importantes: guión y dirección. Peter Jackson repite los errores ya cometidos en "Las dos torres" al no saber sintetizar la trama (tres horas son excesivas para lo que cuenta) y contar con demasiados personajes muy poco definidos o que no aportan nada al relato. Además, Adrien Brody está muy desaprovechado y a pesar de que Naomi Watts está estupenda, el tratamiento que el guión hace de su personaje en algunos momentos roza el patetismo. Por no hablar del contínuo y repetitivo uso del mito "la bella y la bestia", hasta el punto en que incluso uno de los personajes hace un comentario explícito al respecto. El único personaje bien tratado y bien explotado es interpretado por Jack Black, un director de cine que se parece a "Ed Wood" en cuanto a que es capaz de todo por terminar una película, pero que se diferencia de él en cuanto a sus pasiones, pues ama el dinero mucho más que cualquier tipo de producción cinematográfica. En conjunto la película podría calificarse de buena tanto por su estética como por sus interpretaciones, sin embargo no es la primera vez que Peter Jackson comete tantos fallos en una carísima producción como ésta.