Jeff Wadlow se une a la larga lista de directores que defenestran por completo el género del cine de terror con esta insulsa "Cry Wolf", un film que apenas cuenta nada interesante y que parece una réplica de otra película bastante mala: "Rumores que matan". Así pues, el argumento está más que trillado: unos jóvenes inventan una historia que después parece convertirse en realidad, con el psicópata de turno persiguiendo chavalitos en el interior de un colegio. Si al repetitivo guión y a la mediocre dirección le unimos la aparición de Jon Bon Jovi (alguien que debería dedicarse sólo al Rock) el resultado final es una producción de pésima factura cinematográfica, aburrida y sin una pizca de imaginación, por lo que aconsejo a quienes no la hayan visto que se abstengan de hacerlo a menos, claro está, que sufran problemas de insomnio.