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Voto de El Extranjero :
1
Drama. Romance A principios de los años 70, Bess (Watson), una ingenua joven de un pueblo costero de Escocia, se enamora de Jan (Stellan Skarsgård), un hombre mundano que trabaja en una plataforma petrolífera. A pesar de la oposición de la rígida comunidad puritana a la que pertenece, Bess y Jan se casan. Tras la boda, él vuelve a su trabajo, y ella cuenta los días esperando su vuelta. Bess, una creyente devota, cree que su amor está bendecido por el ... [+]
21 de abril de 2020
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película cuyo visionado se hace muy difícil de soportar, es recargada, muestra actitudes y reacciones simplemente inconcebibles. Cuesta creer que alguien se comporte de ese modo y no me refiero solamente a la desequilibrada protagonista, sino que también al resto. Todo es bizarro y ridículo, como si de una parodia o chiste malo se tratase. La horrible dirección, que no contiene un plano fijo en todo el metraje, desquicia y lo imperdonable de un metraje de 160 minutos, es que solo a la hora y media te empieces a ir enterando por dónde van los tiros. Aparte de aburridísima, la estridencia de la protagonista se hace realmente ominosa.

Pero hay una cuestión que me interesa. Si le pedimos algo a Dios, ¿este nos lo trae siempre de forma defectuosa? Por ejemplo, si quiero resultar ser atractivo para alguien en concreto si Dios me concede tal deseo, ¿es dicha persona la que ya no me atrae a mí? ¿O si pido prosperidad, y ésta me es concendida y me veo más infeliz que antes? Porque fijaros lo que le pasó a esta mujer, rezaba y rezaba de forma obsesiva para que su marido le fuera devuelto y fue a este precio. ¿O son solo aquellos ruegos que no se basan en motivaciones realmente buenas y puras los que vienen a modo de regalo envenenado?

No he tenido el placer aún de leer nada de Kierkiegaard, pero el tema de la 'iluminación' divina o mística me resulta interesante como impacto que siembra en el entorno de alrededor. El truco de todo esto parece ser la fé, ya no importa tanto en qué sino en algo y punto (el problema a lo mejor está en que si te lo cuestionas todo, ¿qué haces?, ¿en qué crees?). Partimos de que la fé es lo que mueve a una persona e idea que se hace con la creencia de una persona ya la tiene a su favor y merced. Sentenciamos que la fé es algo muy poderoso. Considero que la fé, dentro de su vertiente más religiosa y existencial es algo tremendamente íntimo y personal de cada uno, son experiencias reconfortantes y quizá las más importantes que lleguemos a experimentar a lo largo de toda nuestra vida. Pero no concibo como opción óptima un ensimismamiento completo y definitivo si lo que se pretende es vivir en sociedad, pues es rechazo y desprecio absoluto hacia la forma de concebir la vida de los demás, erigiéndose en un supuesto ente superior, cuando uno de los postulados bíblicos más reconocidos indica que todos somos iguales a los ojos de Dios.

Dicho desdoblamiento suele contraerse debido al rechazo de la realidad en la que se vive: al no ser capaz de afrontarla y asumirla, pues se 'inventa' una realidad paralela.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
El Extranjero
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