Lo tenía todo para triunfar (buenos actores, esencia castiza, la propia temática) pero termina siendo cutre y repetitiva. Los casos y su investigación la mayoría se antojan monótonos por lo que no hay tensión. La trama del asesino justiciero (la que abarca toda la temporada) sí que me parece buena pero es que tiene poco protagonismo en los capítulos. Es la más inquietante y la que más interés depara (la buena actuación de Juan Fernández ayuda) pero es que hay episodios en los que se trata en apenas cosa de un minuto, siendo el hilo central otros casos poco sustanciales. Lo peor de tamaño fiasco es que el elenco no está ni mucho menos deslucido, a Ismael Martínez se le ve siempre inspirado y Coronado, que siempre me ha parecido un gran actor lo hace bien, no siendo tampoco obviamente esta su obra cumbre. El fallo se encuentra por tanto en los guiones, buena culpa de ello imagino que se debe a la intención de calcar un formato y estructura de otra ficción, dejando claro que esa es la motivación principal por delante de otras cuestiones artísticas. Quiero decir que de haber hecho una serie policiaca evitando mirar ejemplos de manera tan descarada quizás hubiera salido algo más natural como 'El comisario' o 'Los hombres de Paco'.

Por otro lado cascada de rostros conocidos para una serie que no llegó a cubrir las expectativas previstas en materia de audiencias televisivas en una época en la que la fragmentación no era aún tan acusada.