Destaco dos escenas:

La primera son dos mafiosos en el coche. Entre ellos mantienen este diálogo.

- Este país es una locura. Nieva todo el tiempo. No sé cómo podemos aguantarlo.
- Es el estado del bienestar. Dime un país cálido dónde lo haya. Allí en realidad no lo necesitas. Te comes un plátano y todo va bien. (...) Ahí la gente se busca la vida. En los hospitales no hay suficientes médicos para atenderte, si tu familia no te ayuda, no puedes llegar a fin de mes. (...)

¿A que como mínimo es para reflexionar?

La segunda es esta. Es el líder de los malos, diseñado a lo Giamatti en 'Shoot'em Up', hablando con su mujer, pero exceptuando la escena que voy a reproducir queda forzado, se nota que intentan que sea gracioso, pero sin conseguirlo.

- ¿Tú te crees que me conoces? Pero yo también te conozco. Y no me puedes engañar con esos putos guantes baratos de hipster. Había un tiempo en el que podías entrar a cualquier tienda y comprar lo que te diese la gana, por aquel entonces no recuerdo que tuvieras ningún problema con mi dinero ni tampoco parecía que sintieras algún rechazo por mí. Asi que sugiero que cojas esa puta reunión de padres y te la metas hasta el fondo de tu culo danés de tal forma que no puedas volver a encontrarla. Porque me importa una mierda y me importas una mierda tú.

Sale también Bruno Ganz (le reconocí por 'El hundimiento'), su presencia es entrañable (yo le sigo viendo como Hitler), pero no basta. La acción de la película carece de emoción, muy simple y predecible. Ni es muy contundente, ni muy divertida.