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Voto de Kaori:
108.409
Bélico. Drama
Durante la guerra de Vietnam, al joven Capitán Willard, un oficial de los servicios de inteligencia del ejército estadounidense, se le ha encomendado entrar en Camboya con la peligrosa misión de eliminar a Kurtz, un coronel renegado que se ha vuelto loco. El capitán deberá ir navegar por el río hasta el corazón de la selva, donde parece ser que Kurtz reina como un buda despótico sobre los miembros de la tribu Montagnard, que le adoran como a un dios. (FILMAFFINITY) [+]
25 de febrero de 2012
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
De entre las múltiples curiosidades que se comentan de «Apocalypse Now», he leído que fue cosa de Marlon Brando el recitar este poema de T.S. Eliot. Sin duda una genialidad de las tantas que encontramos en esta película. Lo triste es que también hay mucha morralla. A lo mejor es cosa del «Redux», no lo sé.
Entre la morralla incluiría prácticamente todas las peripecias del grupo de soldados, junto con unos personajes que se presentan muy superficialmente con unos cuantos detalles simplones que parecen buscar sólo la simpatía del espectador: un Robert Duvall chiflado, conejitas de Playboy (¿es que tienen que salir obligatoriamente mujeres?), surf en medio de un ataque aéreo, la escena de ese tal Cucaracha... No es serio, y lo peor es que llega a ser tonto.
Lo bueno, y de ahí la nota que le doy, es lo bien rodado que está todo, con una recta final que sí es una maravilla. Coppola consigue construir una atmósfera inolvidable desde el principio (estupendo, por cierto); una atmósfera lenta, onírica, sinuosa, de imágenes de una preciosidad que escandaliza (como algunos tramos en el río) y consiguiendo, gran acierto, crear un clima de anticipación hacia lo que viene después, hacia lo desconocido, hacia Kurtz, hacia la aparente locura (¿o incómoda lucidez?) Si es que hasta el sonido de las hélices transmite algo incomprensible.
Al final ya se desata por completo. Martin Sheen está fantástico durante todo el metraje, pero a Marlon Brando le debemos gran parte de la fascinación que despierta el coronel Kurtz y, por ende, toda la película. Sería impensable ponerle otro rostro y otra apariencia; apariencia que, dicen, tuvieron que envolver en sombras... maravillosas sombras, geniales sombras que embellecen. Su monólogo sobre el horror me tenía hipnotizada. No sé si era Brando, si era Coppola, si eran sus palabras... o lo era todo al mismo tiempo.
Me queda por ver la versión del 79, que seguro que mejora la versión extendida, ya que confío en que elimine todo lo que sobra. Aún así, merece la pena verla. Personalmente, me decido por el 7,5, que Coppola y Brando son muy grandes.
Entre la morralla incluiría prácticamente todas las peripecias del grupo de soldados, junto con unos personajes que se presentan muy superficialmente con unos cuantos detalles simplones que parecen buscar sólo la simpatía del espectador: un Robert Duvall chiflado, conejitas de Playboy (¿es que tienen que salir obligatoriamente mujeres?), surf en medio de un ataque aéreo, la escena de ese tal Cucaracha... No es serio, y lo peor es que llega a ser tonto.
Lo bueno, y de ahí la nota que le doy, es lo bien rodado que está todo, con una recta final que sí es una maravilla. Coppola consigue construir una atmósfera inolvidable desde el principio (estupendo, por cierto); una atmósfera lenta, onírica, sinuosa, de imágenes de una preciosidad que escandaliza (como algunos tramos en el río) y consiguiendo, gran acierto, crear un clima de anticipación hacia lo que viene después, hacia lo desconocido, hacia Kurtz, hacia la aparente locura (¿o incómoda lucidez?) Si es que hasta el sonido de las hélices transmite algo incomprensible.
Al final ya se desata por completo. Martin Sheen está fantástico durante todo el metraje, pero a Marlon Brando le debemos gran parte de la fascinación que despierta el coronel Kurtz y, por ende, toda la película. Sería impensable ponerle otro rostro y otra apariencia; apariencia que, dicen, tuvieron que envolver en sombras... maravillosas sombras, geniales sombras que embellecen. Su monólogo sobre el horror me tenía hipnotizada. No sé si era Brando, si era Coppola, si eran sus palabras... o lo era todo al mismo tiempo.
Me queda por ver la versión del 79, que seguro que mejora la versión extendida, ya que confío en que elimine todo lo que sobra. Aún así, merece la pena verla. Personalmente, me decido por el 7,5, que Coppola y Brando son muy grandes.
