Serie basada en la novela de Agustín Martínez y de la que se ha confirmado una segunda temporada de la que hablaré llegado el caso. La primera temporada de «La caza» termina cerrando la trama principal básica pero eso no quiere decir que la cierre bien: este final está demasiado poco detallado. De hecho, nos quedamos sin saber todo lo demás: la historia de Sara con detalles o el punto de vista del fundamental personaje de Lucía.

«La caza» nos lleva a un maravilloso e idílico pueblo de montaña donde han secuestrado a dos niñas. El caso permanecerá cerrado sin pistas hasta que un nuevo acontecimiento desentierre el asunto y envíen a dos inspectores de policía de la ciudad a investigar qué ha pasado. Entonces nos encontramos con lo habitual: una protagonista amargada y con problemas psicológicos y sospechosos en cada capítulo que, pese a todo, nunca nos engañan. Yo no soy policía y nunca me entero de nada, pero este caso en concreto tiene algunas evidencias, o al menos sospechas muy fundadas por una mera cuestión de perfiles psicológicos y estadística criminal; así que me parece un error de bulto que ningún investigador, ni siquiera ninguno de los personajes, piense lo más evidente y lo que a la larga será.

Aparte de eso, que es algo que vertebra toda la trama, la historia se mantiene y se sigue con interés. Conforme se acerca el desenlace parece que las cosas se fuerzan quizás un pelín, pero no creo que sea algo grave. La serie está bien realizada, los paisajes son impresionantes y, lo mejor de todo, sale un precioso y maravilloso perro samoyedo de nombre Nieve, raza que me tiene perdidamente enamorada. Lástima que salga tan poquito.

Se puede ver.